PRENSA DE DOS POR MEDIO
(Piura, 21 octubre del 2016)
Luis Gulman Checa
La edición de “Correo” del día de ayer
apareció con un gran titular el que, además de mezclar papas con camotes, habría
configurado una media verdad, artilugio utilizado cuando se desea mantener
oculto un hecho punible.
Vayamos por partes: ¿por qué lo de papas y
camotes? Porque el titular decía así:
MUEREN ALCALDE Y
REGIDOR
Obviamente, ante tal titular, viene a la
mente el accidente ocurrido meses atrás en el que fallecieron funcionarios de
la municipalidad de El Faique cuando retornaban, bien entrada la noche, a su
localidad, luego haber sostenido una reunión en un lugar retirado.
Digresión: El occiso alcalde
fue calificado como héroe por nuestro Gobernador, pero jamás se hizo público el
porcentaje de alcohol en la sangre de
los difuntos. Ello, conociendo las costumbres de la zona por haberlas vivido en
varias oportunidades, también debió ser otra media verdad escondiendo
información, lo cual, por lo menos, sería una falta grave.
Sin embargo, los fallecidos no tenían ninguna
relación, menos aún en las circunstancias en que pasaron a mejor vida, pues el
alcalde de Vichayal lo hizo en una cama de hospital varios días después de
haber sufrido un infarto al corazón, mientras el regidor, de la municipalidad
delegada de San Lucas de Colán, fue víctima de un accidente automovilístico,
cuando iba acompañando al alcalde de la misma, Leoncio Ruíz Bernal, quien,
según diversas informaciones, habría estado ebrio cuando conducía su camioneta de
Colán a Paita, donde se accidentó.
Para
peor, según comentarios generalizados, Ruiz Bernal, habría estado ingiriendo
licor en Colán en el curso del día y, m/m
a las 09 de la noche, pasó a recoger a su casa al ahora occiso, Alberto Lupú
Ruiz, para que lo acompañara a Paita a continuar libando.
¡Cuidado! El objeto del presente, antes que
incriminar, vilipendiar o acusar de homicidio culposo - que estaría clavado -
al alcalde, es llamar la atención tanto a los periodistas auténticos como a las
autoridades correspondientes para que diluciden cuál es la verdad. Así, de ser
falsas las versiones que incriminan al alcalde, su nombre y honorabilidad
quedarían a salvo y libres de las imputaciones que, ahora, pesan sobre él.
Finalmente, y estando en el ojo
de la tormenta la corrupción generalizada que tiene sumida en el caos a
Piura, una pregunta para las autoridades como las que destaparon el caso de
Rodolfo Orellana, gran acumulador de terrenos e inmuebles ajenos corrompiendo
funcionarios a diestra y siniestra:
¿El alcalde Ruiz
Bernal tiene cómo justificar el patrimonio que le permitió adquirir la fatídica
camioneta? Porque si así no fuera, sería recomendable realizar una profunda
pesquisa en los tejes y manejes de dicha municipalidad delegada para descartar
que, al igual que Orellana, imitadores suyos, corruptos y sin escrúpulos, hayan
acumulado para sí, delincuencialmente, terrenos públicos a cambio del pago de
coimas.