MIS RESPETOS A LA PNP

(Piura, 28 octubre del 2016)

Luis Gulman Checa

El diario “Correo” de la fecha vino con una reconfortante información:

Caen por crimen de alcalde.

Se refiere al execrable e incalificable asesinato a sangre fría del joven alcalde de Paimas, Ronald Navarro Ramírez, el pasado 07 de octubre, por un par de verdaderas escorias humanas, las que fueron detenidas el día de ayer en Las Lomas mientras disfrutaban, felices y contentos, en un campo deportivo.

Impecable, respetable y aplaudible el trabajo de la PNP. Sin embargo, habiendo tal institución cumplido cabal y rápidamente con su deber, ¿qué irá a suceder con este par de indeseables estigmatizadores del género humano, cuyo destino ha quedado en manos del Ministerio Público y del Poder Judicial, como también del Código Penal  vigente?

A juzgar por el trato que el Sistema de Justicia Peruano dispensa a delincuentes de todo tipo y jaez (sean presidentes, alcaldes, altos funcionarios, extorsionadores, criminales, etc.), afirmo que tampoco recibirán la pena o el castigo que merecen y, menos aún, con la celeridad y el rigor debido.

Una reflexión:

¿Habrá alguien de verdad tan iluso o bienintencionado que crea existe la más mínima posibilidad que individuos de la ralea de estas lacras, pueda rehabilitar su mente y redimir su alma en nuestras cárceles?

Asimismo, pregunto, estimado lector, ¿qué es obligatorio hacer cuando se halla  a un perro rabioso? La única solución es liquidarlo, darle muerte, porque de lo contrario  el infectado animal contagiaría su mal  ocasionándoles la muerte a gran cantidad de personas.

Entonces, tratándose de individuos de la calaña de los mencionados,  pregunto: 

¿Acaso merecen mejor trato que el dispensado  a un perro rabioso?