COMO BERRINCHES DE CRIATURAS
(Piura, 18 diciembre 2020)
Luis Gulman Checa
Tales incontrolables reacciones de los niños me
vienen a la mente cuando leo u oigo opiniones
o declaraciones denigrando/destrozando/pulverizando, prioritariamente, al
expresidente Martín Vizcarra, aunque también, su efímero sucesor, el tumbesino,
es blanco de disparos de todo calibre. Solo habría que esperar unos pocos días
para que el bombardeo cambie de blanco: al actual mandatario ascendido al
¿trono? tras establecerse, en nuestro asolado país, un nuevo récord mundial del
ridículo.
Consideremos que todas las personas mencionadas
llegaron a los cargos que ostentaron en
estricto cumplimiento de nuestra Constitución a consecuencia de la actitud/reacción de doña Keiko Fujimori,
al mando de su numerosa recua congresal, a raíz de la derrota que le infligió
el electorado optando por PPK. Obviamente, no calculó que transcurrido el tiempo, sería medida con
la misma vara y su recua pulverizada. Así, entonces, viéndose obligado el
elegido a renunciar, se bajó el telón abriendo paso al vergonzoso espectáculo
brindado por el Perú al resto del mundo.
Calmada y tranquilamente, preguntémonos si no
es cierto que equivale a llorar sobre leche derramada, lo que
se traduce como pérdida de tiempo en asuntos/temas irreversibles que quedaron
atrás, el seguir ocupándonos de estas personas quienes, el único pecado que habrían
cometido, fue estar en los cargos que
obtuvieron por NUESTROS VOTOS al irse sucediendo los capítulos, cual telenovela
de dos por medio, que han puesto al Perú al borde del abismo.
Lo triste o curioso de esta retahíla de
críticas e insultos de todo calibre recaídos sobre los señalados, es que, muy
mayoritariamente, provienen de confesos y/o m/m disfrazados adoradores de Keiko,
a quienes el furibundo odio que los embarga por la decisión del presidente
Vizcarra de echar a la calle el Congreso que albergaba la citada recua, les
obnubila la mente impidiéndoles VER que
la única y real responsable de haber convertido el Perú en un gigantesco circo
es, ni más ni menos, su adorada: Keiko.
Digresión:
Sin insultar ni, figurativamente, mentarle la
madre a los miembros del actual Congreso, sí me parece incalificable la
decisión de echar al expresidente Vizcarra por corrupto, sin tener ninguna condena
en su contra - ¿tendrán idea del
significado de la presunción de inocencia? -, mientras, paralelamente y felices
y contentos, continúan, codo a codo, con colegas varias veces más pasibles de
corrupción, como, para señalar solo uno, Edgar Alarcón a quien, para colmo, lo
eligieron como integrante de la Comisión de Fiscalización. ¡Qué desvergüenza!
Siendo siempre lo recomendable ser pro
positivo, consideremos qué objeto tiene seguir con la mirada dirigida al
pasado, siendo imposible revertir los hechos consumados, en vez de meternos de pico
y patas a analizar, discutir y realizar los mayores esfuerzos para que,
si finalmente llegara a concretarse el proceso electoral programado para el
próximo mes de abril, a partir del próximo 28 de julio tomemos la senda del
orden, progreso y desarrollo.