MUERTOS Y HERIDOS: LA CRUDA VERDAD

 

(Piura, 19 diciembre 2020)

 

Luis Gulman Checa

 

Me motiva la gran importancia prestada por los medios a ACCIDENTES de tránsito de toda laya, al extremo de lo que vi ayer: un canal dedicando m/m 20 minutos continuos informando sobre un conductor de moto taxi quien fuera ARROLLADO POR UN POLICÍA EBRIO.

 

Accidente según la RAE: Suceso imprevisto que altera la marcha normal de las cosas, especialmente el que causa daños a una persona.

 

Digresión:

 

Respecto al ¿bendito? límite de alcohol en la sangre establecido para conductores de vehículos, de acuerdo a mi experiencia acumulada durante más de 60 años conduciendo automóviles, camionetas y motocicletas por costa y sierra,  si bien razonable en principio, deja libres a los reales criminales en potencia: quienes conducen a paso de tortuga y/o  vehículos careciendo de luces, especial y criminalmente, de peligro y direccionales y/o violando las normas circulando por vías prohibidas y/o, la última  maldita y moderna lacra semejante a la corrupción que infectó  al país entero, HABLAN POR TELÉFONO CELULAR mientras van conduciendo.

 

Si bien todos somos hijos de Dios, no somos iguales, como lo demuestra, por ejemplo, que mientras unos son sabios, inteligentes y reflexivos, otros, como acaba de quedar demostrado por los incalificables desmanes acaecidos en varios lugares del país, parecen más bestias que seres humanos; también, en el caso del alcohol, no es lógico medir a todos con la misma vara.

 

¿Cuántas noches habré retornado de Chulucanas con media caja entre pecho y espalda?

 

Empeorando la situación, el enfoque de los medios al informar sobre accidentes de esta índole (deberían ocupar las interiores páginas amarillas mas no las portadas, salvo que el occiso sea un personaje de alcurnia como presidente de la República o Cardenal, para señalar dos ejemplos) perpetra la atroz felonía de imputarle la responsabilidad a quien conduce el mejor o más grande y ostentoso vehículo involucrado.

 

Recordemos las veces en que los titulares reflejaron m/m lo siguiente:

 

Imprudente conductor de moderna camioneta 4 x 4, atropella y mata a modesto recolector de leña, padre de 12 hijos que quedaron en la orfandad, quien conducía su triciclo por la carretera Sullana – Tambogrande a las 21.00 horas.

 

 

 

 

Si realmente queremos identificar a los grandes responsables de estos accidentes, dediquemos unos pocos minutos a observar la circulación de motocicletas y moto taxis. Así, si tenemos ojos para ver, quedaríamos convencidos que los percances, casi cotidianos, involucrando estos vehículos,  se deben a que, figurativamente, en gran medida son conducidos por reales ignaros y salvajes incapaces de respetar  la luz roja de un semáforo,  el derecho preferencial del peatón para cruzar la esquina ni, tampoco, las líneas amarillas dividiendo el sentido del tránsito.  Además, para colmo,  la gran mayoría de tales vehículos carecen de luces de peligro y ni en sueños lograrían aprobar una Revisión Técnica.