¿SOLO 11 MILLONES DE SOLES?
(Piura, 17 diciembre 2020)
Luis Gulman Checa
Haciendo gala de extrema candidez y/o
ingenuidad, el Órgano de Control, la Contraloría General de la República, el
implacable cancerbero dedicado a evitar que
los recursos del erario caigan en las
garras de la pléyade de corruptos infectando, de arriba hasta abajo, el aparato
público; ha sentenciado:
Corrupción de
funcionarios públicos le cuesta 11 millones de soles a Piura.
Ojalá tal conclusión se ajustara a la verdad
por cuanto el monto precisado habría sido robado/sustraído en el período
comprendido entre los meses de enero y noviembre del presente año. ¿Acaso estoy
osando poner en duda la conclusión a la que llegó el “Cancerbero” tras el
minucioso escrutinio realizado por sus fieros y figurados “perros de presa” en los archivos de los
entes fiscalizados?
Definitivamente SÍ, pues no tengo la menor duda
que tal monto puede calificarse de ínfimo o ridículo comparado con el real
drenaje de dinero público fluyendo, permanente y aparentemente, de acuerdo a
ley - ¿lobos con piel de cordero? - a
bolsillos de corruptos y saqueadores. Si así fuera, el citado informe dejaría sumida en el ridículo o el absoluto descrédito
a la entidad, supuestamente, encargada de velar por el buen uso de los recursos
del erario.
La aparente incompetencia y/o abulia de
Contraloría frente a los burdos asaltos al erario bajo una pátina de legalidad,
me llevan, una vez más, a preguntarme si la maldita corrupción también habrá echado raíces en su seno. Al respecto,
tengamos presente que el actual congresista Edgar Alarcón, con serias
imputaciones de toda clase que, de ser confirmadas, lo llevarán de cabeza al
calabozo tan luego pierda la protección que le brinda la inmunidad
parlamentaria, estuvo al frente de la entidad ostentando el título de Contralor
General.
Ante la punible y vergonzosa inacción de
Contraloría ante claras, obvias y varias veces denunciadas violaciones a la ley
para rapiñar el erario, y, esperanzado en que aún cuente con funcionarios
respetables en su seno, reiteraré la siguiente admonición:
Desde que cayeron en
las garras de César Trelles Lara, continuando así hasta la fecha, los proyectos
Chira Piura y Alto Piura, se convirtieron en un filón para corruptos y
saqueadores, lo que es percibido hasta por un ciego, pero, increíblemente,
Contraloría no quiere verlo.