PEDRO BARRETO: ¿OTRA VEZ ANDRÉS?
(Piura, 01 diciembre 2020)
Luis Gulman Checa
Tratándose de seres humanos - aunque creados
por Dios, imperfectos - es aceptable/tolerable
equivocarnos o, figurativamente, tropezar con piedras sembradas en el
camino por el artero Satanás. Sin embargo, cuando ambos, errores y piedras,
aparecen constantemente, está claro que hablamos o actuamos de acuerdo a lo que
anida en nuestras mentes y corazones. Así, el sujeto señalado en el epígrafe, a
secas, al no merecer el cargo conferido por el actual Papa, confirmó que de las
enseñanzas de Cristo no sabe nada al haber reincidido profiriendo la siguiente frase
en relación a la asonada desatada en Ica:
“No podemos aceptar un
maltrato a los derechos laborales”
De primera intención le preguntaría si el
conglomerado católico al que pertenece, imitando a otros desperdigados por el
país - dejando de lado su tarea primigenia e irrenunciable de difundir el
mensaje de Cristo en la tierra para que sus seguidores lleguen a disfrutar la
gloria y mieles eternas en el paraíso -, también, siguiendo el ejemplo de los,
actualmente, satanizados e injuriados empresarios desenvolviéndose en Ica, se ha volcado a desempeñar tareas mundanas
relacionadas con el “vil metal”, porque, si así no hubiera sido, ¿en
qué diablos se basó para dictaminar, en el acto, la criminalidad de los
empresarios?
¡Cuidado! No se vaya a creer que los
vilipendiados son considerados por el suscrito como Ángeles enviados
directamente por Dios para llevar trabajo bien remunerado y bienestar a los
pobladores de Ica, y, por ende, al entregar sus almas subirán al cielo con
zapatos y todo, por cuanto, estoy seguro, muchos irán de cabeza al infierno.
Sin embargo, reflexionemos respecto a la bien
llamada presunción de inocencia referida a que nadie puede ser imputado
de culpable mientras no haya sido firme y legalmente condenado. Así, entonces,
si estas personas desde décadas atrás, vienen
invirtiendo en el desarrollo de grandes emprendimientos agro
industriales generadores de riqueza y bienestar para todos los participantes,
sin que jamás se suscitaran reclamos ni acusaciones de ninguna clase, ¿qué
sucedió, qué bicho les picó a sus trabajadores para que, abrupta e
intempestivamente, le saltaran al cuello con garras y dientes a quienes les
procuran sustento, a ellos y los suyos, acusándolos de esclavizarlos
dispensándoles un tratamiento similar o peor que a los galeotes de antaño?
Me viene a la mente la sentencia: A GRANDES
MALES, GRANDES REMEDIOS,
siendo confirmación
de la misma el remedio aplicado cuando la gangrena infecta
un miembro del cuerpo humano: SOLO QUEDA AMPUTARLO TIERANDO LA PODEDUMBRE A LA
BASURA.