BIRMANIA: ¿NOTICIAS ALENTADORAS?
(Piura, 02 febrero 2021)
Luis Gulman Checa
Los medios aparecieron con una noticia que,
instantáneamente, me hizo rememorar situaciones similares vividas tiempo atrás
tanto en nuestro país como en otros vecinos, haciéndome pensar que podría
compararse con una lejana luz en el horizonte para un náufrago en una isla
desierta:
FF.AA. realizan golpe
de Estado en Birmania.
Mis contemporáneas hemos vivido varias
situaciones análogas y sabemos perfectamente de qué se trata y, también, cuándo
son plenamente justificadas: al estar el país sumido en el caos por obra y
gracia de los gobernantes que fueron elegidos libre y voluntariamente por el pueblo
soberano.
Una reflexión que considero apropiada y
oportuna: Si las Fuerzas Armadas tienen el sagrado y patriótico deber de defender
la soberanía e integridad del país ante el ataque de un enemigo externo,
¿acaso no deviene del más elemental
sentido común que también deben hacerlo cuando tremendos h… de p…
salieron de entre los nuestros?
Naturalmente que, así como las monedas tienen
dos caras, el resultado de tales acciones también pueden ser benditas o
malditas para las poblaciones concernidas, como quedó demostrado en nuestro
querido Perú por los protagonizados por Manuel A. Odría y Juan Velasco
Alvarado. El otro, el del año 1962 (como todo hay que decirlo, aplaudido por
FBT quien, en 1968, recibió una dosis de la misma medicina), más que Golpe fue
cerrar la puerta para que Haya de la
Torre no accediera a Palacio de Gobierno. (*)
Así, entonces, mientras el primeo fue una
bendición para el país y, muy especialmente para Piura, como lo acredita la
Derivación del río Quiroz, primero para paliar la ancestral sequía en el valle
del río Piura y, luego, con el desarrollo de la formidable Colonización San
Lorenzo que debió ser ejemplo mundial, además de un interminable listado de
obras públicas en beneficio de la población; el otro, protagonizado por el
infernal “Atila”, fue la partida de nacimiento de la última JODIDA DEL PERÚ
(Varguitas dixit) y, especialmente,
de Piura por su potencial agropecuario que el mencionado arruinó.
Si cambiamos de país y miramos a nuestros
¿hermanos? del sur, no queda la menor duda que el golpe de Augusto Pinochet
contra Salvador Allende, quien ya se estaba arrastrando a los pies de Fidel
Castro, debiera ser recordado y bendecido por los chilenos debido a que gracias
a él continúan siendo un país auténtico.
Mirando al norte, Venezuela, constatamos una
réplica, elevada a la máxima potencia, del desmadre originado por “Atila” en
nuestro país, convirtiendo en mendigos y expatriados a millones de venezolanos.
(*) Nunca sabremos cómo
hubiera transcurrido la historia del partido y del país si hubiera sido Haya,
en 1962, el primer gobernante aprista en vez de AGP en 1985.