CONSEJO AL COLEGIO DE INGENIEROS

 

(Piura, 25 febrero 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

La cotidiana revelación de la ejecución de obras públicas preñadas de corrupción, me trajo a la mente  que en todas ellas, ineludiblemente, tienen activa y principalísima participación Ingenieros Civiles, ergo, miembros de la citada orden. Así, entonces, está claro hasta para un ciego que en cada latrocinio perpetrado, a lo largo y ancho del país, PARTICIPAN DICHOS PROFESIONALES AVALANDO EL ROBO y/o PÉRDIDA DE CALIDAD, por cuanto, en atención al aserto que dice: “Del cuero salen las correas”, algunas veces el robo se materializa a costa de la calidad de las obras.

 

Tengamos presente que dichos profesionales - vanagloriándome de haber conocido y colaborado con muchos de comportamiento y honorabilidad impecables en mi tránsito por el sector público - participan en la elaboración de expedientes técnicos e integrando Comisiones de Licitación, Residencias  y Supervisiones de obras, es decir, tienen obligada presencia en todas las etapas de la ejecución de una obra pública.

 

Si lo expresado líneas arriba estuviera ajustado a la verdad y el Colegio de Ingenieros, imaginaria e ilusoriamente, actuara como una moderna Inquisición (sí, me refiero a la que quemaba herejes en hogueras), decapitando a cada uno de sus descarriados miembros que osara avalar estos latrocinios afectando a todos los peruanos; la vigente lacra, que además de drenar el erario nos viene jodiendo la vida, desaparecería como por arte de magia.

 

La infección comentada, la corrupción atentando contra la ejecución de obras públicas, es un mal, peste o como quiera llamársele similar a tantas otras que afectan a la humanidad, como, por ejemplo, el actual Covid. Entonces, así como la lucha contra estos males  empieza por la PREVENCIÓN, así también el sentido común nos indica que igual camino debe seguirse para lograr lo que podríamos calificar como la SANTIFICACIÓN DE LA OBRA PÚBLICA, para lo cual, la entidad citada en el epígrafe que congrega a todos los ingenieros civiles con participación en dichas obras, tiene en sus manos la tarea de  preservar la honorabilidad y el respeto a sus compatriotas en mentes y corazones de todos los que acuna en su seno.

 

Íntimamente, me niego a aceptar que tales ingenieros sean mayoritariamente corruptos, sin embargo, los inmersos en estos males, sí han perdido el sentido de la realidad llegando a considerar como normal aceptar las exigencias/requerimientos de los líderes de entidades, corruptos hasta la médula, poniendo como condición para ejecutar una obra lograr una buena y sucia tajada de dinero para sus bolsillos. Un consejo:

 

¡Mándenlos a la mismísima mierda!