CORDURA SEÑORES
(Piura, 05 marzo 2021)
Luis Gulman Checa
Me refiero a los medios, los cuales, antes de
actuar equilibrada y racionalmente tomando las situaciones que se presentan
calmadamente, truenan y disparan sin orden ni control, cual salvas de año
nuevo, ante hechos que están a años luz de ser calamitosos y/o fatales.
Me motivan informaciones referidas a situaciones
absolutamente normales ocasionadas a raíz de las últimas inesperadas y bien
venidas lluvias (que Dios quiera no sean un exabrupto de la naturaleza), las cuales, como es sabido, mojan el suelo,
colman de agua las depresiones, hacen fluir quebradas y ríos e, innegablemente,
constituyen una bendición. Sin embargo, a raíz de la edición de “Correo” de la
fecha, habría que concluir que en vez de benditas serían un maldito designio de
Satanás para poner en peligro nuestras vidas.
¿Creen ustedes,
estimados, que dos personas transitando a pie por un sendero rústico colmado de agua están
arriesgando sus vidas?
Doña Tania Bautista, periodista de “Correo”, sí
lo cree, como también eleva, casi, como si fueran héroes, a quienes cruzan un
badén de cemento sobre el que discurre una fina capa de agua.
Asimismo, ¿es dable achacarles la
responsabilidad por la serie de
asentamientos y urbanizaciones que quedan anegadas tras simples y modestas
lluvias, a años luz de las auténticas diluviales que de vez en cuando nos
asolan, o, por lo contrario, a quienes habría que capar (no figuradamente) es a
los incalificables, autoridades o no, que propiciaron y fomentaron tales
desarrollos en áreas inadecuadas?
Si los medios, real y francamente, estuvieran
preocupados por preservar nuestras vidas, en vez de propalar informaciones
ridículas como la comentada, se abocarían, decidida y frontalmente, a desterrar
el infame e incalificable transporte de pasajeros en motocicleta, actividad
proscrita por expresa norma vigente y que, para vergüenza de las autoridades
(in) competentes y zurrándose en la presencia de quienes, supuestamente,
deberían reprimirlos, no solo actúan impunemente sino se multiplican
sin descanso.
En lo que va del año,
¿cuántos occisos ocasionaron las lluvias y cuántos fueron al cementerio por
accidentes de tales motocicletas?
Si la opinión mayoritaria fuera que tales
vehículos (diseñados solo para el piloto) deben continuar cual taxis, dejemos
de hacer el ridículo, eliminemos la norma que los prohíbe y vayámonos
acostumbrando a enterrar a sus muertos.