INGENIEROS EN LA PICOTA
(Piura, 04 marzo 2021)
Luis Gulman Checa
Los aniegos producidos en modernas calles y
avenidas de nuestra ciudad a raíz de una ligera lluvia de 16.5 mm, fatalmente,
ratifica que los ingenieros responsables de tales construcciones continúan
errando para desgracia de la población. ¿Es acaso concebible que dichos
profesionales desconozcan que en esta zona, eventualmente, llueve con variadas
intensidades, llegando incluso a niveles diez veces superior al señalado?
Siendo ello inconcebible deviene en
inexplicable se continúe construyendo
tal y como si el cielo jamás abriera sus compuertas, más aun estando en boga la cacareada “Reconstrucción con Cambios”, los
cuales, debe suponerse, implican que las nuevas construcciones sean A PRUEBA DE
BALAS:
·
Colegios
y postas que no se derruyan tras una lluvia;
·
Pistas
y veredas que duren 100 años impecables sin huecos ni baches;
·
Desaparición
de construcciones en cuencas ciegas (depresiones);
·
Sistemas
de drenaje imposibilitando lagunas:
·
Etc.
Para empeorar la situación, tales deficiencias no se limitan a las obras
públicas sino se repiten en las privadas, como promocionadas urbanizaciones,
las cuales, con indisimulado propósito de estafar a los futuros pobladores,
construyen pistas y avenidas de pésima calidad, convirtiéndose en reales “Bombas
de Tiempo” que en el futuro explotarán en manos de las municipalidades.
Precisa y casualmente, el día de ayer estuve
recorriendo una amplia urbanización desarrollada en el distrito de Castilla
(favorecida por dos puentes ad hoc por
la administración regional de César Trelles Lara) y me sorprendió constatar,
además de la pésima calidad del asfalto de calles y avenidas, la cantidad de
lagunas por doquier. ¿De qué universidad egresarían los ingenieros responsables
de semejante esperpento?
Si alguien opinara que la responsabilidad, en
vez de recaer en los ingenieros es de autoridades o propietarios, según sean obras
públicas o urbanizaciones; creo estaría totalmente errado por cuanto un
profesional auténtico y de bien nunca por nunca puede anteponer incalificables
apetitos personales al bien de la comunidad y su propio prestigio.
Ante esta triste realidad me siento feliz y
contento porque hasta la fecha, acercándonos al lustro de la destrucción del
Malecón Eguiguren por el absurdo desborde del río Piura, no se haya movido ni
un dedo en pro de su reconstrucción, lo que me lleva a pensar que la misma se
llevará a cabo tan luego el consabido proyecto o expediente técnico sea
preparado por auténticos y respetables Ingenieros de modo que la obra perdure
para ser disfrutada hasta por nuestros tataranietos.