¡A P R E N D A M O S!
(Piura, 21 diciembre 2017)
Luis Gulman Checa
¡Qué maravilloso sería el Perú si, nuestros hombres públicos,
hubieran sido dotados aunque fuera con una pizca de dignidad/responsabilidad que sí adorna a quienes se desenvuelven en los países
auténticos!
Una cuasi intrascendente información llegada
de Inglaterra, sirve para hacernos abrir los ojos respecto a
la precariedad, de todo orden, que ensucia a la casi generalidad de nuestros “personajes
públicos”:
Dimite “mano derecha”
de Theresa May
Poniéndonos en contexto, el dimitente,
viceprimer ministro del Reino Unido, equivale al primer vicepresidente de la
república del Perú, habida cuenta que allá la reina impera mas no gobierna y,
quien lo hace, es la primera ministra.
¿Qué pecado mortal
perpetró el funcionario para renunciar muto proprio? ¿Acaso fue revelado, por algún acucioso
periodista o parlamentario, que una contratista europea le rompió la mano para ser
favorecida con la construcción de una nueva conexión submarina con Francia o
alguna otra obra de gran envergadura?
¡Qué ocurrencia! El caballero dimitió porque admitió haber
mentido sobre el hallazgo de imágenes pornográficas en su computadora 10
años atrás.
Resulta que, a raíz del laberinto armado en
el mundo entero al haberse hecho pública la rufianesca práctica de acosar y/o
chantajear a las mujeres subordinadas para obtener beneficios sexuales, Damian
Green, el renunciante, fue acusado de poseer porno “extremo” en su laptop de
parlamentario en el 2008, lo que él, inicialmente, negó. Ergo, ahora, por el
hecho de haber mentido sobre ello, renuncia al sentirse indigno de ostentar
semejante representatividad.
Comparemos semejante lección, por ejemplo,
con la pléyade de pobres diablos que, zurrándose en la
entendimiento/inteligencia/ojos de los peruanos m/m pensantes, periódicamente
salen a la palestra poniendo el pecho para defender a obvios y comprobados
corruptos extremos (algunos siguen libres porque sus comprobados delitos prescribieron),
los cuales, roguemos a Dios, luego del próximo recital de Jorge Simoes, también
sean puestos tras las rejas.
¿Cuántos congresistas
peruanos, puestos al descubierto por falsarios y corruptos, han renunciado a su
cargo?
Fatalmente, en el Perú, primero volará un
chancho antes que alguien imite al viceprimer ministro de Inglaterra.