JUAN LUIS: ¿Y LA COHERENCIA?

(Piura, 24 diciembre 2017)

Luis Gulman Checa

Sí, estimado lector, me dirijo a nuestro cardenal a quien conocí más de medio siglo atrás cuando, como futbolistas,  integrábamos el Deportivo San Isidro, impresionado por su frase publicada en la edición de “Correo” de la fecha:

“Cuando era muchacho, me acuerdo que se hablaba del anti aprismo. Ahora escucho y veo el anti fujimorismo, y parece que así no vamos a construir una democracia”.

Digresión:

¿Alguien, en su sano juicio, puede realmente creer que el fujimorismo (actualmente representado por  Keiko y su recua) es una opción válida para que la auténtica democracia se instale en el Perú?

Antes de entrar en materia, preciso que  el gobierno de AFF fue bipolar:

·         Tomó magníficas decisiones y concreto grandes obras/acciones.

·         Se levantó en peso el erario robando y saqueándolo sin medida.

Además, fui funcionario de re confianza de AFF en el sector Energía y Minas logrando - en unión del formidable equipo que tuve el gusto de integrar - concretar  innumerables obras/acciones muy beneficiosas para Piura y Tumbes. Finalmente, al respecto, el ministro del que dependí, no ha sido rozado ni con pétalo de una rosa por el malhadado asunto de la corrupción.

Siendo innecesario demostrar/ratificar la identificación, simpatía y apoyo de Juan Luis con  el fujimorismo (a Dios gracias, actualmente partido entre Keiko y Kenji) por cuanto solo le faltaría usar sotanas color naranja para confirmarlo; formulo la siguiente pregunta/reflexión:

¿Revela coherencia  que un Cardenal de la Iglesia Católica simpatice, apoye y apruebe a un gobierno que, atentando clara y directamente  contra el precepto de la Iglesia, CRECED Y MULTIPLICAOS, tuvo como política esterilizar a las mujeres para evitar la reproducción de los seres humanos?

Personalmente, considero que fue una gran decisión del gobierno posibilitar que, quienes así lo decidieran, no tuvieran más hijos. Sin embargo, se trata de un soldado raso y,  según alguna óptica, pecador irredento y por tanto mi opinión es intrascendente/irrelevante.




Sin embargo, Juan Luis, al equivaler a un mariscal, se encuentra en las antípodas de la pléyade de católicos de a pie quienes, in pectore, concordamos con esa medida de gobierno. Por ello  está obligado, salvo previa abjuración de su condición imitando al nocivo  excura Arana, a guardar y respetar las normas para no abrirle la puerta al caos al interior de la Iglesia Católica.

Concluyo con una simple pregunta dirigida a Juan Luis:

¿De verdad crees que los derechos humanos son una c…?