2019: ¿AÑO CALAMITOSO?

(Piura. 23 diciembre 2019)

Luis Gulman Checa

Reconociendo mi supina ignorancia en temas tan especializados y complejos como los relacionados con la marcha de la economía, pero, siendo capaz de apreciar la movilización y actividad general de la población, me causa una especie de corto circuito cerebral el leer y oír tantas opiniones no solo críticas sino hasta lapidarias referidas a la absoluta incapacidad del actual mandatario, que llegó al cargo sin saber leer ni escribir ni haberlo deseado ni soñado, responsabilizándolo por la PÉSIMA SITUACIÓN ECONÓMICA que está aquejando al país.

Por ejemplo, se le achaca el pobre crecimiento de la economía el que, a duras penas, pasará del 2%, ínfimo nivel comparado, por ejemplo, con los  alcanzados durante el formidable y magnífico segundo mandato de AGP, sin duda gracias a la sapiencia y capacidad de líder tan extraordinario y no, como algunos aguafiestas sostienen, debido al altísimo valor en el mercado mundial de nuestros minerales, situación que varió radicalmente.

En contra posición a las críticas al mandatario y salvo error ú omisión, tengo entendido que nuestro país registrará el mayor crecimiento de todos los sudamericanos en el presente año 2019. Entonces, si ello fuera cierto, ¿la gestión del mandatario habría sido desastrosa o rescatable?

Otro indicador para medir la situación de la economía, sin necesidad de contar con doctorados y/o maestrías otorgados por universidades del primer mundo, es apreciar el flujo/movimiento de la población en fechas trascendentes como la que estamos viviendo: la Navidad. Así, entonces, considero que no hay concordancia entre la pregonada CRISIS ECONÓMICA por algunos opinantes y el imparable y masivo flujo poblacional arrasando cuanto centro comercial, tienda o mercado encuentra a su paso, por cuanto, como es fácil entender, ello requiere, necesariamente, tener los bolsillos llenos de dinero, situación absolutamente contraria a una crisis económica.

Otra culpa achacada al mandatario es la pobre ejecución del gasto público programado, es decir, la incapacidad de los entes estatales de gastar, limpia y eficientemente, los recursos que les son asignados a través del presupuesto general de la República. Sin embargo, siendo justos y veraces, dicha responsabilidad recae en nosotros, los electores, por nuestra probada incapacidad para elegir, correcta e inteligentemente, a nuestras autoridades locales y regionales, las primeras y reales responsables de la citada pobre ejecución del gasto, como lo venimos sufriendo los piuranos por haber elegido  ineptos y/o incalificables y/o figuretis de dos por medio.

Consejo para que Piura cuente con UN HUEVO DE PLATA  para su desarrollo:

¡EXPLOTEMOS NUESTROS INGENTES RECURSOS MINERALES!