¿NOS HARTAMOS DE LOS
POLÍTICOS?
(Piura, 13 diciembre
2019)
Luis Gulman Checa
Para hacernos reflexionar los comentarios del
director de “El Tiempo” del día de ayer referidos al hartazgo/rechazo
mayoritario de la ciudadanía hacia los políticos, en el caso presente, ante las
próximas elecciones congresales complementarias demostrativas del absoluto
respeto a la Constitución, por cuanto, según aduce, el electorado ha optado por
el desinterés y la indiferencia.
Tal reflexión, además de lo mal que le está
yendo al país equivocándose, casi siempre, cuando se trata de elegir
autoridades, debería llevarnos a reflexionar respecto a si los peruanos estamos
preparados para vivir en democracia.
Lamentablemente, a la luz del aciago y triste
espectáculo representado por altísimas exautoridades condenadas, occisas,
prófugas, procesadas y/o con detenciones preliminares; podríamos concluir que
la democracia es, todavía, un plato demasiado exquisito para los peruanos.
Confirmando lo expresado y retrotrayéndonos m/m
30 años, recordemos que tras 10 años, supuesta y teóricamente gloriosos por
haber recuperado la democracia, me refiero a los gobiernos de FBT y AGP; el
Perú estaba arruinado y colapsado. ¿De dónde llegó la tabla de salvación? Justa y precisamente de un gobierno autoritario
instaurado tras un Golpe de Estado.
De otra parte, coadyuvando a hacer más
irrespirable aún, si ello fuera posible, el ambiente político en el país,
pululan por calles, plazas y medios de comunicación de todo jaez, recuas de
impresentables auto calificados como políticos, muchos de los cuales no darían
la talla, ni siquiera, para desempeñarse como payasos de circo. Sin embargo,
reconfirmando que la democracia nos queda demasiado grande, hay varios
especímenes como los descritos que calientan y calientan curules en nuestro
asolado y desprestigiado Congreso.
Si dirigiéramos la mirada a otras latitudes
para observar qué pasó por allá, veríamos realidades que deberían hacernos
recapacitar respecto a si la democracia ES LA HERRAMIENTA que nos permitirá
construir una patria moderna y desarrollo generadora de bienestar para la
población o, por lo contrario, si ello será posible, única y exclusivamente,
por la acción de un gobierno fuerte y autoritario, como los que,
figurativamente, en un santiamén, trocaron países arruinados y de dos por medio
en potencias en todo el sentido del término, como Singapur, Corea del Sur y Vietnam.
Estimado lector, dirija su mirada a la pequeña
península donde se asienta Corea del Sur y compárela con nuestro formidable,
variado y rico territorio, y, a continuación, recapacite en el hecho de que
nosotros, siendo teóricamente ricos, devenimos en mendigos frente a los
coreanos. ¿Por qué sucede ello?