MARTÍN VIZCARRA: ¿FEMINICIDA?

 (Piura, 27 diciembre 2019)

Luis Gulman Checa

El reconocido y declarado golpista actualmente aupado, ilegal y delincuencialmente, en el cargo de presidente de la República del Perú, Martín Vizcarra, quien cuenta entre sus antecedentes penales, cuando presidió la región Moquegua, el haber “evaporado” con su secuaz de entonces y actual ministro de Transportes y Comunicaciones, varias decenas de millones de soles bajo el pretexto de construir un hospital del que no hay rastro; a raíz de los últimos acontecimientos se habría hecho merecedor, además de corrupto, terrorista y fan de la satrapía instalada en Venezuela, al calificativo de FEMINICIDA.

¿Cómo podría librarse de semejante estigma cuando permaneció indiferente mientras un desquiciado (que no estaba recluido en cárcel o manicomio por su propia dejadez) perpetraba el incalificable crimen de Jésica Tejeda y tres de sus hijos a pocas cuadras del recinto donde él reposaba cómodamente?

Su culpa/responsabilidad se agiganta al haber quedado demostrado su  incapacidad al designar  los policías de la comisaría de San Cayetano, quienes, estando a pocos pasos del lugar donde se perpetraron  tan execrables crímenes, no respondieron de inmediato al pedido de ayuda, propiciando, por su punible indiferencia, la pérdida de la vida de cuatro seres humanos.

Tienen toda la razón la pléyade opinantes que vienen haciendo cera y pabilo del ilegítimo mandatario por su punible incuria para frenar/detener la imparable ola de feminicidios, más aún cuando los medios de comunicación, siempre cautos y medidos, poniendo por delante el interés público antes que bastardos y condenables apetitos por lograr sintonía o lectoría, se muestran recatados y prudentes cuando tocan tema tan delicado/escabroso con el evidente fin de no “dar malas ideas” a tanto deficiente mental y/o semi bestia que anda suelto y que, dejándose llevar por la moda, estaría presto a seguir el mal ejemplo..

Para peor, no solo el ilegítimo mandatario es supinamente incapaz sino que ni siquiera atina cuando escoge a sus ministros de Estado, quienes, si fueran idóneos, podrían coadyuvar a tornar aceptable el mandato del ¿sátrapa? hasta su término, tal y como quedó demostrado por las incalificables y punibles declaraciones de la señora ministra de Justicia cuando fue inquirida sobre una supuesta “cortina de humo” para tapar los crímenes perpetrados en El Agustino,   respondiendo, figurativamente, “no me joda que estoy celebrando la Navidad”.

¿Qué debió hacer la citada dama? Imitar a los  opinantes, periodistas y directores de medios suspendiendo tal celebración: apagaron las luces, dejaron sin descorchar las botellas en las heladeras, rezaron sucesivos rosarios pidiendo por las almas elevadas a las alturas y, compungidos y llorosos, se entregaron a los brazos de Morfeo.




Una sola reflexión para al mandatario,  ahora sí, retomando la seriedad:

Despercúdase del malsano/maldito populismo, como califica su lamentable sentencia: “Estas declaraciones no las aceptamos”, respaldando a un desubicado e intrascendente “hombre de prensa” y metiéndole punible “patada en los tobillos”, futbolísticamente hablando, a vuestra señora ministra, en vez de respaldarla por cuanto, su respuesta, fue respetable y oportuna.