EJEMPLOS DEL  PERÚ AL MUNDO

(Piura, 03 diciembre 2019)

Luis Gulman Checa

Reflexionando sobre la caótica situación que viene asolando a Chile desde m/m 40 días atrás, como también sobre el descalabro económico/financiero que tiene pendiendo de un hilo a un país inmensamente rico como Argentina; me vino a la mente que los peruanos debíamos estar  agradecidos  a la providencia por cuanto, cuando fuimos aquejados por los mismos males/lacras, estábamos en manos de dos gobernantes golpistas, es decir, autoritarios, que en un dos por tres  sacaron las castañas del fuego.

Recuerdo los sucesos acaecidos el 05 de febrero de 1975 a raíz de una huelga general de la Policía por cuanto  estaba en Lima y acudí muy temprano al centro siendo testigo presencial de los desmanes, los cuales fueron replicados por los chilenos usando el modesto incremento del pasaje del metro.  ¿Cuánto duró el imperio del vandalismo aquel día en Lima? Unas pocas horas por cuanto el gobierno sacó el ejército a las calles, con tanques de guerra incluidos, y solo Dios sabrá cuántos vándalos y saqueadores murieron ese día.

¿Acaso estoy insinuando que nuestros vecinos del sur tuvieron la desgracia de estar gobernados por un pelele sin cojones cuando sufrieron el mismo mal? Sí, estimado lector, eso mismo afirmo, por cuanto hay que ser muy estúpido para ampararse en el respeto a los derechos humanos para no reprimir, ipso facto,  una horda de salvajes que no muestran la menor consideración por sus semejantes, es decir, zurrándose en sus cabezas  vienen superando con amplitud el salvajismo de las huestes de Atila.

Pasando al país del Libertador, Macri, quien está por dejar el poder sin pena ni gloria por no habernos imitado,  recibió a la Argentina en situación muy similar a la que mostraba nuestro país al  término de la fatídica y maldita década de los 80 (FBT/AGP) y, otra vez, salta a la luz una comparación que reitera el aserto que sentencia: Dios es peruano.

Así, mientras en aquel entonces nuestro gobernante dispuso/decidió un ajuste brutal, instantáneo y sin contemplaciones cuyos benéficos efectos disfrutamos hasta ahora como lo prueban todos los indicadores de la macro economía y también la gran reducción de la pobreza (que debería haber desaparecido de no ser por los traidores y/o vende patria anti mineros), Macri optó por un concepto que no es chicha ni limonada: el GRADUALISMO, tal y como si una malsana gangrena no requiriera  una radical, instantánea y definitiva amputación.

¿Acaso estoy proponiendo que Juan Velasco y Alberto Fujimori deben ser elevados a los altares de la patria? De ninguna manera, por cuanto, al fin y al cabo actuando como lo hicieron cumplieron con sus deberes. Simplemente me amparo en  otro  aserto: “Al César, lo que es del César”.