CRÓNICA DE UN DESASTRE ANUNCIADO
(Piura, 28 diciembre 2019)
Luis Gulman Checa
Disculpándome por inspirarme en una obra del
gran GABO por venir como anillo al dedo al
despilfarro/desastre/rapiña puesto en marcha en nuestra permanentemente vilipendiada, saqueada y
asolada Piura, encargando obras y tareas a entes absoluta y probadamente
ineptos; la siguiente información aparecida casi escondida en página interior
de “Correo”, edición de la víspera, como por ensalmo, me inspiró el
presente:
Otorgan buena pro para
la construcción de las defensas del Bajo
Piura.
La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC)
informó que la Municipalidad Provincial de Piura otorgó la buena pro al
Consorcio Defensas Ribereñas, por un monto de S/. 46’015,655.82 ……….
Vayamos por partes y cucharadas analizando quién
tuvo a su cargo la preparación de los términos de referencia para ejecutar la
obra. Así, recordando al horripilante
camello creado por una COMISIÓN, también en este caso la tarea estuvo a
cargo, ni más ni menos, que del siguiente intragable sancochado: municipalidad
provincial de Piura, ARCC, ministerio de Agricultura y Riego, las comunas de
Catacaos y Cura Mori y lo que queda del PECHP.
¿Tales fueron los únicos entes que metieron
su cuchara en la preparación de los términos de referencia? Ojalá así
hubiera sido para que el camello no fuera tan atroz. Sin embargo, la lista de
cooperantes/opinantes también incluyó a los Colegios de Ingenieros y
Economistas, Universidad Nacional y Cámara de Comercio de Piura, la Defensoría
del Pueblo y la Junta de Usuarios del Medio y Bajo Piura. Estimado lector, analice la información y
pregúntese si será posible igualar estupidez tan gigantesca/monumental como la
señalada.
Digresión:
¿Qué hubiera sucedido con el Sistema Chira
Piura si la autoridad de la época hubiera puesto en manos de semejante
conglomerado de ineptos/ignaros la responsabilidad de construirlo?
Sin embargo, ratificando la crítica a tamaño
esperpento, los geniales encargados no han tenido mejor idea que entregar la
buena pro y el obvio inicio de los trabajos justamente en la época que podría
llover y el río discurrir, es decir, una burrada más por cuanto estas tareas,
como cualquiera entiende, deben realizarse en épocas de estiaje, es decir, con
el río seco.
Finalmente, una simple e inocente pregunta para
el sagaz Nelson Shack: ¿Qué opinas de la burrada/atrocidad descrita?