CONTRALORÍA: ¿REÍMOS O LLORAMOS?
(Piura, 12 diciembre 2019)
Luis Gulman Checa
Reciente pomposa y rimbombante información aparecida
en “La República”, propalada por el señor contralor de la República, en
relación a la oportunidad, inspiró el epígrafe.
Contraloría detectó
responsabilidad penal y civil en caso Olmos.
Nelson Shack informó que concluyó examen especial que
comprendió las fases de trasvase e irrigación. La intervención abarcó las
gestiones de Simon y Acuña en GRL y del PEOT.
Sentido de la oportunidad: Virtud consistente en
tomar decisiones a tiempo u oportunamente a fin de lograr el propósito
perseguido.
La Contraloría General de la República tiene
una tarea similar a la de la Policía Nacional, pues, así como ésta debe velar para que reine la
paz y tranquilidad en el ámbito de la patria atrapando a los probables
violadores antes de perpetrar sus crímenes (idealmente), aquélla debe vigilar,
con ojos de lince, el buen uso de los recursos públicos capturando in fraganti a los malos y corruptos
funcionarios salvaguardando el patrimonio del Estado.
El detalle de la referida información está en
que el primer contrato auscultado se suscribió m/m 15 AÑOS ATRÁS y las obras
previstas están debidamente culminadas y en pleno servicio y, además y para
beneficio del país, las pampas de Olmos, antaño yermos inútiles, aparecen cual
bellos vergeles desarrollados con prácticas agrícolas de última generación.
¿Acaso estoy afirmando que el contrato suscrito
al alimón entre el GRL y Pro inversión con Odebrecht, para derivar las aguas
del río Huancabamba a las pampas de Olmos, fue un dechado de probidad y
honradez? Por supuesto que no, más aún luego de enterarnos de lo que “cobró”
Alejandro Toledo por la Carretera Interoceánica, por cuanto este contrato se
suscribió bajo su mandato.
Pregunta subliminal,
aclarando que no tiene relación con el tema tratado:
¿Cuándo y con qué
recursos armó su partido Yehude Simon?
Para incrementar tan ridículo anuncio, por
extemporáneo, traigo a colación que en octubre del 2004, recién firmado el
contrato, el suscrito publicó en el diario “El Tiempo” el artículo titulado “Concesión
de Olmos: ¿Al Estilo Mafioso?” en cuatro capítulos semanales que hice llegar a
Contraloría General y otros medios.
Uno de ellos fue “Caretas” a través de Marco
Zileri quien me llamó de inmediato exultante y frenético repitiendo “esto mata”,
“esto mata”, pidiéndome más información y asegurando que en el siguiente número
de la revista aparecería un informe demoledor.
Desgraciadamente y como es público por cuanto
el mismo jamás apareció, Marco cambió, rápida y sustancialmente, de opinión,
por cuanto, tal información, SÍ HUBIERA SIDO OPORTUNA.
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