INFORMACIÓN ÚTIL PARA LA SALUD Y BUENA PRESENCIA
(Piura, 06 mayo del 2015)
Luis Gulman Checa
Si usted, estimado lector, es de aquellas
personas que se embelesan mirando a
quienes acuden a los gimnasios luciendo coloridas, apretadas y provocativas
prendas, sean del sexo que fuera - para evitar malos entendidos, los hombres
miramos a las damas y ellas a los varones -, y se sintiera disminuido y/o
minusválido por cuanto su presencia física no se enmarca dentro de los cánones para
acudir a tan selectos lugares; no se deprima y levante el espíritu porque
ahorita le daré la receta que cambiará su vida diametralmente.
De primera intención, tire por tierra la idea
generalizada de que para hacer ejercicio
- razón por la que acuden a los gimnasios las personas bendecidas por la
naturaleza - no es necesario parecerse a Adonis ni a Venus, basta y sobra con
tener el organismo completo sin importar si los rollos y protuberancias se han
ensañado en usted. ¿Por qué? Por cuanto, la receta que le daré conlleva que se ejercitará, para mejorar figura y salud, en su propia casa.
De entrada ya obtuvo gran ventaja sobre los
“figuretis” porque se ahorrará los enormes gastos que ellos tienen que realizar
en ropa para “verse bien” y no ser menos que fulano(a) y/o sutano(a), pues, en
su caso, puede llegar al extremo de ejercitarse calato (a) o con ropa interior
porque estará entre sus cuatro paredes.
Además, tampoco tendrá que desembolsar el pago mensual
obligatorio (como el colegio de un hijo) que exigen tales centros
especializados para moldear su figura. Para terminar con la economía, evitará el gasto de movilizarse a tales idílicos
lugares por cuanto, repito, trabajará en
su casa. Resumiendo:
Ahorrará en ropa, transporte, tiempo y
dinero. ¿Es o no una maravilla?
Hasta ahora, creo, la idea está clara y solo
falta la receta que aquí va:
·
Prenda
el televisor y busque un canal que
anuncie tele ventas.
·
Si
tiene paciencia verá a alguien (hombre o mujer) de muy buen apariencia montando
una especie de burro de color anaranjado con
timón y un asiento corredizo llamado TIGER.
·
Llame
al teléfono que verá en la pantalla y pida uno que se lo llevarán a su casa y
le costará menos que el valor de dos mudas para acudir al gimnasio.
·
Vea
con detenimiento el CD que acompaña al aparato y, de ahí para adelante,
aplíquese usted a “montar” su Tiger cada día y constatará cómo, su vida,
condición física y salud mejorarán gastando una peseta.
Tiene el aparato a la
vista. Créame, trabaja todo el organismo.
I