¿MARTÍN BELAUNDE ES EL ÚNICO “DELINCUENTE” PERUANO?
(Piura, 25 mayo del 2015)
Luis Gulman Checa
Para comenzar, contra dicho señor no pesa
condena alguna, por tanto, salvo el insidioso y bajo calificativo de amigo de la pareja presidencial, el
cual, más daña a quienes lo profieren que a MBL, solo hay sospechas y/o presunciones
que podrían incriminarlo, lo que sucede con un gran porcentaje de peruanos recontra
pendejos, gremio en el que, sin la menor duda, se inserta este señor.
Revisemos el pasado reciente para confirmar
que, campañas como la comentada, ratifican que somos un país desarticulado y conducido
por individuos que anteponen sus propios apetitos al bien del país. ¿Recordamos
a Rómulo y Don Bieto que fueron perseguidos, anatematizados y encarcelados,
porque el “angelito” de Alan García dijo que los metieran presos? ¿Qué condena
podrían aplicarles si no cometieron delito alguno, salvo que, el hecho que su
representada gane una licitación esté penado por la ley?
Para mí, el circo actual, cuyo único
propósito es machacar a Ollanta Humala, es similar al que se armó a raíz de la
frase de los antes mencionados: ¡Qué tal faenón! Claro que sí, el que ganara su representada
lo era porque implicaba un jugoso, justo y lícito honorario para ellos.
A propósito y para terminar con los
mencionados, si fuéramos “sicilianos”, ¿dónde estarían ahora los responsables del
programa de TV que los anatematizó, denigró y maltrató asquerosamente?
Pisemos tierra firme y comparemos la
situación de MBL con lo acaecido con el Alto Piura donde se han evaporado,
desaparecido, hecho humo más de DOSCIENTOS MILLONES DE SOLES contantes y
sonantes del erario.
A los señores congresistas que, se supone,
representan a Piura, ¿no les genera ninguna preocupación este descomunal robo
orquestado, según propia confesión, por Remigio Morales Bermúdez, utilizando,
cual monigote burdo e ignorante, al expresidente regional de Piura, César
Trelles Lara?
¿Qué tiene que decir el “Catón” Díaz Dios,
que salta y grita con cuanta payasada surge en el Congreso, y olvida “meterle
diente a este bocado de Cardenal para quienes viven y se nutren de escándalos? Ese
silencio cómplice, me pregunto, ¿no se deberá a la denigrante alianza (para los
auténticos apristas) entre Alan y Keiko, por cuanto de salir a la luz
significaría una raya más al tigre delincuencial de los narco indultos y todos
los etc.?