CORRUPCIÓN: EL MAL QUE DESANGRA AL PERÚ (I)

(Piura, 06 julio 2016)

Luis Gulman Checa

En la última edición de “Hildebrandt en sus trece”,  apareció publicado un amplio, documentado y pormenorizado informe sobre la red criminal que armó Rodolfo Orellana,  obligándonos  a concluir  que nuestro país no tiene remedio por cuanto la corrupción lo ha infectado de pies a cabeza.

Orellana “tenía en el bolsillo” altos mandos de la PNP (Coroneles, Comandantes, Mayores), Fiscales, Jueces, funcionarios de Oficinas de Registros Públicos, Notarios, etc., lo que le permitió apropiarse fraudulentamente de innumerables inmuebles.

Una primera conclusión ante tal confirmación, sería la siguiente:

Si las instituciones encargadas de velar para  que el país marche dentro del cauce de la ley están corrompidas hasta el tuétano, ¿cómo podríamos librarnos de este mal perverso y contaminante?

Según nuestra idiosincrasia y ordenamiento legal, no existe ni una sola posibilidad de erradicar la corrupción, por cuanto, la ciudadanía, estúpidamente, en vez de repudiar y anatemizar a los obvios y comprobados corruptos, opta por endiosarlos. Además:

¡Justicia que no es rápida, no es justicia!

Veamos el caso de un delincuente, Alex Kouri, quien luego de perpetrar tremendo robo con la llamada “Vía Expresa del Callao” más de 15 años atrás, lo que fue más que obvio hasta para los perros callejeros del puerto, recién ahora - luego de haber sido electo varias veces en el puerto para desempeñar cargos públicos en los que debe haber actuado con la misma “honorabilidad” - ha recibido condena por semejante latrocinio.

Fatal y ridículamente no es el único caso notorio (habrá miles en el país), pues la reelección de Luis Castañeda - responsable directo del robo a la MML a través del caso COMUNICORE - como alcalde de Lima, pinta de cuerpo entero a la ciudadanía de la mayor ciudad del país: idiotas inexcusables.

Me pregunto qué fin hubieran tenido individuos como los mencionados de haber perpetrado sus tropelías en un país de cultura tan antigua como la China.

¡Sin duda,  desde hace muchos años, serían finados!