LA CIUDAD IMPERIAL SUMIDA EN EL ATRAS0

(Piura, 05 julio del 2016)

Luis Gulman Checa

Acabo de visitar la ciudad de Cusco y me ha impresionado profundamente cómo la modernidad aún no llega a esos lares, de modo tal que allá la vida transcurre sumida en la prehistoria, en comparación, se entiende, con nuestra moderna y orgullosa ciudad de Piura, la primera fundada en el Perú por los conquistadores.

Hay diversos indicadores que saltan rápidamente a la vista haciéndonos notar el atraso imperante allá en comparación a nuestra idílica y moderna existencia:

·         No se ven esas maravillosas y ordenadas falanges amarillas constituidas por millares de automóviles Tico.

·         No circula ni un solo moto taxi, motocicleta, moto furgón ni, menos aún, los pintorescos y modernos triciclos halados por  un hombre transportando diversos artículos.

·         Es chocante constatar cómo, los vehículos que circulan, no cuentan con las llamadas bocinas, por cuanto usted puede ambular horas por la ciudad sin oír ninguna.

·         Es sorprendente cómo aún no ha llegado por allá la moderna técnica, imperante en nuestra ciudad, de hacer tronar las bocinas cuando la luz de los semáforos (lo único moderno en la ciudad) varía del rojo al verde, utilizada acá para que los autos que nos anteceden se evaporen y así podamos avanzar rápidamente.

·         Los vehículos son tan anacrónicos que tampoco cuentan con las alarmas anti robo, por cuanto, igualmente, jamás se oye que arrullen a los cusqueños como sí lo hacen las nuestras, a toda hora, alegrándonos con sus agradables arpegios musicales.

·         Aunque usted no lo crea, los cusqueños están tan atrasados que ni siquiera han descubierto la basura, pues el caminante debe esforzarse al extremo para poder ver, tirado en el suelo, algún minúsculo desecho.


·         Otra muestra indiscutible del atraso de la ciudad la tenemos en que, por más que se esfuerce, no logra ver ni un hueco, bache o desnivel en calzadas ni veredas, las que, por lo demás, lucen brillantes, sea por la piedra y/o por el concreto de gran calidad que salta a la vista.

·         Es alucinante constatar cómo en aquella atrasada ciudad no existen Pueblos Jóvenes y/o Invasiones, que en nuestra modernísima ciudad abundan por doquier, por cuanto allá los campos y parajes alejados permanecen poblados y sus tierras de cultivo muy bien y permanentemente explotadas, de modo que los lugareños no migran conformando innumerables poblados tan atrasados como la Ciudad Imperial.

¡SEÑOR MISERICORDIOSO: PROTEGE AL CUSCO DE LA MODERNIDAD!