ESPERANZADOR 28 DE JULIO
(Piura, 29 julio del 2016)
Luis Gulman Checa
Ayer, los peruanos de bien, fuimos bendecidos
con varios hechos que inundaron nuestras mentes y corazones de justificada
esperanza en un porvenir mejor.
De primera intención, fuimos testigos de una
entrega de mando digna, mesurada y respetable protagonizada por Ollanta Humala,
acompañado, únicamente cuando fue propio y oportuno, de su señora esposa.
Digresión: me atrevo a vaticinar, por los
comentarios de algunos opinólogos referidos al extinguido mandato de Ollanta - “al
fin se largó” y otros similares absolutamente divorciados de lo que fue su
gobierno -, que con la motejada “pareja presidencial” sucederá lo mismo que
aconteció con, él sí, impresentable, Gregorio Santos, convertido en héroe
gracias a la estupidez del Sistema de Justicia del país:
La cacería que
recaerá sobre ellos, los proyectará a las alturas, como sucedió con tantas
personas en la historia del mundo.
Tan luego partieron Ollanta y Nadine entró en
escena el aún presidente electo, PPK, quien robó cámaras por el resto
del día porque no desentonó ni un instante (salvo algún lapsus intrascendente)
en el desempeño del papel que la mayoría de los peruanos le hemos encargado:
Ser el “punto de
quiebre” entre un país asolado por la corrupción y el atraso en otro donde resplandezcan
la honorabilidad y el desarrollo.
Su mensaje, lanzado desde el Congreso de la
República, cumpliendo con la Constitución, fue el más profundo y completo que
he oído en más de medio siglo. ¿Por qué?
Por cuanto su claro y cumplido objetivo fue hacernos conocer los sueños y esperanzas que lo
embargan para transformar el Perú de un
país consumido por la corrupción, la inseguridad y la impunidad generalizada, en
otro totalmente distinto por cuanto, básicamente, la corrupción será borrada del
mapa.
¿Cómo no coincidir y
alegrarse ante semejante mensaje, cuando ha sido reiterado mil veces que el
origen de nuestros males es la maldita corrupción?
PPK, nos aseguró que así como sabía que podía convertir sus sueños en realidad, no
tenía duda alguna que él solo no podría hacerlo, es decir, obvia, clara,
sincera y diplomáticamente lanzó un mensaje a la mayoría del Congreso - que,
claramente, ayer, lejos de comportarse como seres pensantes y conscientes que
han sido elegidos para servir al país, actuaron como acémilas integrantes de
una piara conducida por Keiko - instándola a sumarse a la imprescindible tarea
de cambiar, radical y definitivamente, el rumbo del país.
Una pregunta para los congresistas representantes
de Piura e integrantes de la ¿piara? de Keiko, varios de los cuales se han pronunciado muchas veces por la
necesidad de apoyar la agricultura:
¿Por qué no
aplaudieron de pie cuando PPK anunció claramente que su gobierno apoyará
fuertemente al agro por ser el proveedor de las tres cuartas partes de los
alimentos consumidos por los peruanos, como también, cuando, generalizando,
expresó que apoyaría todos los grandes proyectos que esperaban en las regiones
(recuperación de Poechos, Vilcazán, etc.)?
Como piurano les pregunto:
¿Están ustedes ahí
representando a los piuranos o como guachimanes de Keiko? Por cuanto, si se les
ha olvidado, hasta el último centavo que recibirán por su “abnegado trabajo
congresal” no sale del bolsillo de tal señora sino del erario, es decir, son
pagados por todos y cada uno de nosotros.
PPK: ¡Todos los
peruanos de bien te apoyamos y creemos en ti!