RIDÍCULO MUNDIAL:
GREGORIO SANTOS LIBRE
(Piura, 27 julio del 2016)
Luis Gulman Checa
El Sistema de Justicia en el Perú - que no es
responsabilidad de Ollanta Humala ni lo será de PPK - es un desastre absoluto y
una vergüenza para los peruanos de bien. Pruebas de lo afirmado sobran y se
vienen dando desde años atrás, como está plenamente demostrado por la impunidad
de varios gobernantes en diferentes instancias de gobierno, abierta, clara y evidentemente corruptos al haber
saqueado el erario o, también, enriqueciéndose a través de coimas violando los sagrados
intereses del país que juraron proteger y defender. Estos angelitos
no solo jamás pisaron un presidio sino que continuaron, felices y contentos,
participando activamente en la vida política nacional como si fueran niños
de pecho. Algunos, incluso, volvieron a ser electos.
¿Quién tendrá mayor
responsabilidad ante tan lamentable situación, las instancias jurisdiccionales
o la abulia, indiferencia y/o estupidez de la mayoría de la población?
Reiterando que
considero la existencia/presencia de Santos tan nefasta para Cajamarca y el
país como una enfermedad terminal para un ser humano, me pregunto:
¿Por qué diablos lo encarcelaron
si, como ha quedado demostrado luego de dos años, no hay pruebas para
condenarlo por delito alguno?
Ojo. No digo que sea inocente y tampoco lo
creo, pero los juzgadores jamás deben dejar de lado el principio jurídico de la
presunción
de inocencia, razón por la que, ante la excarcelación de Gregorio
Santos, queda demostrado que en el Perú cualquier inocente está en riesgo de
ser encarcelado hasta por el exabrupto de algún enajenado. Por ejemplo, ¿recuerden
lo sucedido con Rómulo León?
Fue encarcelado
porque el presidente en funciones en esa época, profirió públicamente lo
siguiente: ¡Metan a la cárcel a esas ratas! E, increíblemente, tal y como si fuéramos un país del quinto
mundo, Rómulo y Alberto fueron a la cárcel de la que, al igual que Santos, salieron sin condena.
En el caso actual, Santos, pese a su
excarcelación, continúa procesado y deberá pagar una caución (medida que debió
tomarse de arranque sin “encanarlo”), por lo que, próximamente, si el
Ministerio Público reuniera y presentara pruebas que certificaran sus delitos,
podría recibir condena.
Pero, si así no fuera ¿acaso tanto él como
Rómulo y Alberto no estarían en todo su derecho de demandar al Perú por el
enorme perjuicio que les originó el pésimo sistema judicial?
¿CÓMO IRÁ A TERMINAR
EL PROCESO CONTRA MARTÍN BELAUNDE, POR EL PECADO DE SER “AMIGO” DE LA PAREJA
PRESIDENCIAL Y/O EL TAN CACAREADO EN CIERNES CONTRA LA PROPIA NADINE?