CORRUPCIÓN: EL MAL QUE DESANGRA AL PERÚ (III)

(Piura, 08 julio del 2016)

Luis Gulman Checa

Analicemos dos casos concretos y actuales para demostrar que la justicia en el Perú - el arma que en los países auténticos combate la corrupción -, lejos de ser ciega, sorda y muda como debiera, está manipulada, tanto por intereses particulares como por el ruido provocado por los medios de prensa, los cuales, igualmente, anteponen apetitos e intereses privados al bien y progreso del país.

Comparemos la situación, frente al Poder Judicial, de dos personajes públicos: Alejandro Toledo y Nadine Heredia.

El  primero está feliz y campante sin restricción alguna impuesta por el Poder Judicial, al extremo que actualmente podría ser presidente electo del Perú (obviamente la ciudadanía, en este caso concreto, demostró ser más eficaz que la justicia negándole su voto), a pesar de tener sobre sus espaldas el obvio, claro y demostrado cargo de enriquecimiento ilícito, reconfirmado por él mismo al haber vertido diferentes explicaciones justificando el origen de los recursos financieros que le permitieron efectuar millonarias adquisiciones inmobiliarias en la mismísima ciudad de Lima, demostrando así que, además de que habría delinquido, ha perdido la capacidad de razonar al haberse auto inculpado burdamente.

Si algún intonso le concediera aún el beneficio de la duda, recordemos que todos sus antiguos, notorios y representativos  compinches le han dado la espalda, reconociendo así, tácitamente, que él mismo había aceptado estar carcomido por la  corrupción.

Contrariamente, en el caso de Nadine Heredia, contra quien no existe ningún cargo o prueba de enriquecimiento ilícito como los evidentes e innegables que recaen sobre Alejandro Toledo;  está siendo asediada, perseguida y cuasi condenada por el remedo de justicia imperante en el Perú.

Mi pronóstico:

Mientras Alejandro Toledo, más temprano que tarde (con la ayuda del caso Lava Jato/Concesión de Olmos), así como en la vergonzosa, por tardía,  condena a Alex Kuori, será sentenciado; Nadine Heredia (quien está generando ruido similar al ocasionado por Rómulo y Bieto por el llamado FAENÓN, sin que, finalmente, fueran condenados), saldrá indemne, exculpada y fortalecida políticamente.