PPK Y LOS “PROBLEMAS” DEL RESERVORIO DE POECHOS

(Piura, 18 julio del 2016)

Luis Gulman Checa

Hoy día estamos de fiesta en Piura debido a la visita de PPK, flamante presidente electo, quien viene a constatar “in situ”, el gravísimo problema que aqueja al mayor reservorio del país. Lamentablemente, salvo que se vista de buzo y descienda a sus profundidades,  no podrá apreciar el supuesto problema, por cuanto el así llamado se ubica en el fondo del mismo, siendo, ni más ni menos, que los sedimentos en suspensión traídos por el río que frenó su curso, originó se precipitaran al fondo y así, de a pocos, hicieron disminuir  la capacidad de almacenamiento del reservorio.

Recordemos que, desde su inauguración, 40 años atrás, se anunció que la vida útil del reservorio sería de 50 años, ergo, transcurrido ese tiempo el vaso habría desaparecido colmado por los sedimentos y la presa pasaría a ser un simple barraje - como el de Los Ejidos - útil únicamente para alimentar los canales que nacen en ambas márgenes, cuando el caudal del río lo permitiera.

Entonces, primera conclusión:

Es erróneo afirmar que el reservorio de Poechos tiene un “problema”, por cuanto ello  equivale a aseverar que PPK también tiene un problema. ¿Cuál es la semejanza? Que los “problemas” de ambos son la edad o el tiempo transcurrido.

Sin embargo, mientras el problema, en el caso de los seres humanos no tiene solución porque cada día transcurrido nos acerca más a la tumba sin alternativa alguna;  tal no es el caso del reservorio por cuanto,  desde su diseño/construcción se previó y determinó que, cuando ese día llegará, simple y llanamente se sobre elevaría el nivel de la presa y el reservorio recuperaría y/o incluso superaría su capacidad inicial de almacenamiento.

Seamos objetivos:

¿Es justificado calificar como problema la situación del reservorio si, transcurrido el 80% de su vida útil estimada, su capacidad de almacenamiento se mantiene por encima del 50% del inicial?

Nuestras autoridades, paladines, dirigentes y/o guías, están tomando el rábano por las hojas al referirse al problema de Poechos, por cuanto éste sí existe, atenta contra el desarrollo de la agricultura y es fácilmente remediable, pero es otro. ¿Cuál es?



Qué la valiosísima y costosísima AGUA REGULADA, se tira, se bota y se mal utiliza por la simple razón que se regala.

¿Acaso el agua, así como el aire que respiramos, no es elemento vital, fundamental e indispensable, no solo para la vida humana sino también para sustentar tantas actividades indispensables para nuestra existencia como, por ejemplo, la agricultura?

Entonces, la razón elemental para entregarla a cambio de un pago justo no es fastidiar, incordiar, maltratar ni atacar a los usuarios, es todo lo contrario:

Cuando se pague por ella lo que realmente vale la cuidaremos y LE SACAREMOS EL JUGO, lo que significará incrementar al infinito la calidad y el valor de nuestra producción agropecuaria y, también, obviamente, el bienestar de la comunidad en general.