ECOTEVA:
VERGÜENZA MONUMENTAL
(Piura,
18 abril 2017)
Luis
Gulman Checa
En mi condición de peruano de
bien, siento inconmensurable vergüenza ante la demostrada incapacidad, abulia
o, peor aún, condenable parcialización de las instancias jurisdiccionales del
Perú por cuanto recién - luego de transcurridos más de cuatro años de la
incuestionable demostración de que, Alejandro Toledo, se había enriquecido
ilegítimamente mientras ejerció el cargo de presidente de la República - la
justicia dispone su prisión preventiva.
¿Cuántas veces cambió su
versión Alejandro Toledo respecto al origen de los fondos que posibilitaron las
adquisiciones inmobiliarias por parte de su señora suegra?
Tantas que, estoy seguro, ni
él mismo sería capaz de repetir en orden sus sucesivas versiones. Sin embargo,
como confirmación de que el Perú, lejos de merecer el calificativo de PAÍS, se
asemeja mucho más a un circo con múltiples payasos, Toledo siguió feliz y
contento al extremo que osó postular a la presidencia de la República.
Para tomar consciencia cabal
de cómo funciona el Perú, podemos concluir que, si en el Brasil la
corrupción no hubiera salido a la luz a consecuencia del proceso de
saneamiento/higienización bautizado como Lava Jato, Alejandro Toledo seguiría
tan campante entre nosotros, tan igual como tantos otras autoridades que,
habiendo asumido los cargos en condición de pobres de solemnidad, cuando los
dejaron, lo hicieron en calidad de personas con sólidas fortunas.
¿De dónde pecata mía si no es
de la sacristía?
Sería como un soplo de aire
fresco para quien está a punto de morir asfixiado, si, ya no apoyándose en las
informaciones que llegan del Brasil sino gracias al trabajo propio y autónomo
de nuestros órganos de justicia, destaparan y airearan un contubernio bastante
más antiguo de los que han salido a la luz gracias al proceso Lava Jato: La
mafiosa concesi8ón de Olmos concretada durante el mandato de Alejandro Toledo y
llevada a cabo al alimón entre el Gobierno Regional de Lambayeque y
Proinversión.
¡Ojo! Comprensible y
naturalmente Odebrecht - beneficiado con dos sucesivas y amarradas concesiones
(Derivación y Distribución) - está
afanada en traspasar estos negocios a otro operador, sin duda solvente y capaz,
con el evidente deseo de sacarse un problema de encima.
El inconveniente para el Perú
sería que una recua de pícaros y corruptos quedarán impunes. Una pista para
nuestros sabuesos:
Husmeen de dónde obtuvo Yehude
Simon los recursos para organizar su partido político.