VÍSTEME DESPACIO QUE ESTOY APURADO
(Piura, 06 abril 2017)
Luis Gulman Checa
La sabia expresión del gran corso referida a
circunstancias en las que debía tomar decisiones trascendentes, nos viene como anillo
al dedo a los piuranos de hogaño enfrentados a la ardua tarea de
construir una ciudad digna de tal calificativo, luego de que las recientes
lluvias (nada del otro mundo) dejaron patente que nuestra
infraestructura, en especial vial, era un desastre.
En las ediciones de “El Tiempo” de ayer y hoy,
aparecen peligrosos, histéricos, infundados e injustificables reclamos/pedidos
formulados ni más ni menos que por la flor y nata del
conocimiento/profesionalismo local, como es el Colegio de Ingenieros (el
mismo que, hasta la fecha, no ha dicho ni una miserable palabra respecto al
crimen/despropósito perpetrado con la gerencia del Alto Piura), exigiendo
la inmediata reparación de las pistas. Así, la referida edición de la fecha
apareció con la siguiente portada:
¡Deben arreglar las
pistas ya!
Transportistas y vecinos reclaman que se restablezca la
transitabilidad en Piura.
Colegio de Ingenieros propone usar concreto para tapar
huecos, pero la MPP aplicará una capa de afirmado.
Siendo obvio que un altísimo porcentaje de las
vías de la ciudad, lejos de parches o paliativos, necesariamente tendrán que
construirse como Dios manda, el sentido común nos revela que las tareas deben
tener la siguiente secuencia:
·
De
inmediato levantar y eliminar (igual como se está haciendo con los sedimentos
depositados en las calles del centro de la ciudad inundadas por el río) las carpetas
asfálticas o de concreto colapsadas.
·
Con
motoniveladoras, emparejar las superficies por donde se desplazarán los
vehículos, es decir, las vías se tornarán afirmadas.
·
Para
minimizar el nefasto efecto del polvo que se levantaría a causa de la
circulación de vehículos, preferentemente por las noches, deberían regarse con
camiones cisterna. Es decir, un procedimiento similar al de los llamados caminos
de servicio, vías provisionales y alternas cuando se requiere desviar
el tránsito para ejecutar obras.
De aplicar tal procedimiento - además de ser la
forma más rápida/expeditiva de recuperar la transitabilidad - no estaríamos
tirando ni un centavo al desagüé (lo que sí sucedería tapando huecos), ya que
sería el primer y obligado paso para la futura construcción de las vías que
deberán durar 100 años y que demandará algún tiempo proyectar y definir, más
aún si van a ser parte del reclamado Drenaje Pluvial.