BIEN HECHO PRIMER MINISTRO

(Piura, 14 setiembre 2017)

Luis Gulman Checa

El gobierno, subsanando la omisión cometida cuando  libró a su suerte a Jaime Saavedra, a la sazón ministro de Educación, dejándole las manos libres a la recua de Keiko para censurarlo por incapaz, corrupto e inepto (a pesar que actualmente es el virtual Ministro de Educación de toda la tierra);  presentó una cuestión de confianza a raíz de la interpelación a Marilú Martens, sucesora de Saavedra, y amenazada de seguir sus pasos.

Sin embargo, la recua, honrando su ignorancia y/o prepotencia, sometió el planteamiento del gobierno  a la opinión de la Comisión de Constitución como si el mismo fuera inusitado y/o traído de los cabellos y/o no previsto  tanto en la Constitución  Política como en el Reglamento del Congreso.

Como es sabido, la decisión del gobierno equivale a poner una papa hirviendo en manos de Keiko y su recua, por cuanto,  si el Congreso negara la confianza, censurando al pleno del gabinete y obligándolo a renunciar, se colocaría la soga al cuello porque bastaría otra censura para que el Ejecutivo lo disolviera  (legalmente y no como AFF en abril de 1992) debiendo convocarse a elecciones para  designar otro que, confiemos, fuera, a diferencia del actual, pulcro y decente.

Para comenzar, lo primero a dilucidar, de darse el caso,  es si Keiko y Kenji integrarían la misma lista o cada uno presentaría la suya. Personalmente me inclinaría por la segunda opción y, si así fuera, ¿cuál de los hijos de AFF, el verdadero dueño de los votos, congregaría más electores?

Ojalá el país tuviera la suerte  que tal circunstancia ocurriera al requerirse, con suma urgencia, una completa higienización del Congreso  en el más amplio sentido del término al haber evidenciado, claramente, muchos de sus integrantes,  estar contaminados por alguna de las siguientes lacras:

·          Coeficientes intelectuales por debajo de 50.

·          Olvidaron  su juramento como servidores del país pasando a    defender protervos apetitos  de personas incalificables.

·         No tienen sangre en la cara al haber transitado por dos, tres y hasta cuatro “tiendas políticas”. Entre otros, Alcorta, Salaverry. ¡Asqueroso!


·         Olvidando que su razón de ser es el progreso y bienestar del país, no tienen reparos en formar coaliciones equivalentes a mezclar agua y aceite, para joder al Ejecutivo, importándoles un comino que, en realidad, están atentando contra todos los peruanos.