FONCOMUN Y MUNICIPIOS EN CRISIS
(Piura, 28 setiembre 2017)
Luis Gulman Checa
“El Tiempo”, edición de la fecha, trajo una
información que debería hacernos reflexionar acerca de cómo, las autoridades
elegidas por nosotros, vienen manejando los municipios:
Alcaldes inician los
despidos masivos por recorte de Foncomun.
En Castilla, Tambogrande y Catacaos ya se preparan cartas
de cese de personal administrativo y de áreas de limpieza púbica.
Empecemos analizando qué es y/o para qué se
creó el Foncomun:
El Fondo de Compensación Municipal (Foncomun), es un fondo establecido
en la Constitución Política del Perú, con el objetivo de promover la inversión en las diferentes municipalidades
del país.
Entonces, por su propia naturaleza, cualquier
merma de los ingresos provenientes por este fondo no debería afectar la
disponibilidad del municipio para cubrir
el gasto corriente, renglón que engloba, entre otros desembolsos, el pago de
sueldos y salarios.
Sin embargo, en atención al axioma jurídico
que dice “a confesión de parte relevo de prueba”,
queda patente que los ingresos por Foncomun se vienen malversando, sabrá Dios desde
cuándo, al haberse destinado a pagar planillas en vez de ejecutar obras, según
lo ratificaría la “crisis” actual.
¿Cómo ha sido posible esta masiva
malversación cuando, en cada municipio, existe un órgano de control dependiente
de la Contraloría General de la República? Semejante punible omisión es la
responsable de la inexistencia de muchas obras que debieron ejecutarse en
beneficio de la población, en beneficio de zánganos,
inútiles e innecesarios “trabajadores”, sin duda como pago, con dinero
público, de “compromisos de campaña”.
En atención al aserto que señala la
caridad empieza por casa y, siendo la corrupción el azote/flagelo más
severo que viene atormentando a nuestro país desde tiempos inmemoriales,
deberíamos preocuparnos por eliminar tan perverso mal eliminándolo desde
abajo hacia arriba. ¿Cómo? Muy simple:
¿Con qué cara vamos a
criticar/despotricar de los corruptos, tanto “limeños” como de las “alturas”,
si, paralelamente, permanecemos con los brazos cruzados cuando los Concejos
Municipales que elegimos malversan y lapidan recursos públicos?
Siendo necesario higienizar tan importantes y
trascendentes entidades para que nuestra vida sea vivible, pongamos los pies en el suelo,
tomemos el toro por los cuernos y exijamos
aplicar la obvia solución a este
cáncer público:
¡ALCALDES DESIGNADOS,
NO ELEGIDOS!