¿POR QUÉ NO EXPLOTAMOS NUESTROS RECURSOS MINERALES?

(Piura, 09 setiembre 2017)

Luis Gulman Checa

La respuesta correcta, exacta, concreta y franca es muy simple:

POR TARADOS.

Evidentemente no quiere decir que todos los piuranos seamos deficientes, pero sí incurrimos en responsabilidad por tamaña omisión cuando no respondemos como merecen a quienes lideran la grita anti minera con argumentos que no resisten el menor análisis, es decir, son falsos y vacuos.

La falsa disyuntiva ¿Agricultura o Minería? es demagogia absoluta como lo comprobamos mirando - no a Singapur como pretendía una autoridad edil - acá no más a nuestro vecino del sur, el cual, paralelamente, en un territorio semejante a un fideo, es el primer productor del mundo de cobre y potencia mundial en agro exportación e industria vinícola, que también es agricultura.

Más cerca aún, Arequipa, donde conviven armónicamente agricultura, ganadería y minería e, incluso, poco tiempo atrás, la población se plantó en seco cuando se presentó la posibilidad de paralizar la explotación de una mina. Si alguien pusiera el ejemplo de Tía María, proyecto aún en espera, ello solo revelaría que en Arequipa, aunque en menor medida, también hay tarados.

Personalmente estoy convencido que los reales responsables de que Piura no explote sus recursos minerales son los agricultores. ¿Por qué? Por cuanto temen que sus bolsillos sean agujereados por la minería por los altos salarios/sueldos que paga, lo que, suponen, los obligaría a incrementar los emolumentos a sus trabajadores. ¿Y la responsabilidad social y los mensajes que lanzan los evangelios?

Prueba de lo afirmado - que a los agricultores les preocupa el estado de sus bolsillos y no la minería - la tenemos en la parte alta de las cuencas que alimentan ambos reservorios piuranos, donde, desde dos décadas atrás, se viene desarrollando minería informal e ilegal sin que los supuestos perjudicados, los agricultores, hayan tomado las medidas del caso para vacunarse contra tan mortífera plaga constituyéndose en las alturas para erradicar/eliminar/vaporizar, a sangre y fuego, a los asesinos del prístino e inmaculado agro.

Otra gran responsable de esta grave omisión es la Iglesia Católica (el obispo de una diócesis piurana ha creado una oración, Credo o Padre Nuestro, denostando de la minería), aparentemente, por aquello de que los pobres irán directamente al cielo mientras a los ricos les será casi imposible, manteniendo  a sus supuestos defendidos sumidos  en la miseria, mientras ellos, los jerarcas, viven cual Nababs.

Roguemos para que en Piura hagan acto de presencia “hombres” visionarios y responsables empeñados en  salvar esta grave, absurda y suicida omisión (por la cantidad de personas que saldrían de la pobreza gracias a la minería formal y legal), la que, para peor, va en contra del mensaje de Cristo. ¿Por qué?

Por despreciar una riqueza que él puso a nuestro alcance, salvo que, el aludido obispo, no crea en el Poder y la Gracia de Dios