JOSEFINA: PARECERÍA QUE SÍ QUEDAN “HOMBRES”

(Piura, 09 setiembre 2017)

Luis Gulman Checa

Alentadora y esperanzadora información trajo la edición de “El Tiempo” del día de ayer, con gran fotografía de cuchocientas máquinas pesadas - las que hacen salivar a los corruptos depredadores del erario -, con el siguiente titular:

Des colmatación del río aviva la polémica.

En carta abierta UDEP, UNP y colegios profesionales advierten que obra no tiene “coherencia ni sustento técnico” a pesar de las “buenas intenciones”.

¿Por qué el  titulo  dice parecería en vez de  sí hay hombres?

Por cuanto los denunciantes no expresaron CON TODAS SUS LETRAS lo que, confío y espero, piensan: en vez del tibio y cobarde “buenas intenciones” debieron escribir,  lo siguiente:

NO PERMITIREMOS QUE UNA GAVILLA DE DELINCUENTES NOS ROBE.

No soy letrado pero, como cualquier persona, tengo algo de sentido común, el que me lleva a reflexionar que los  denunciantes tienen la posibilidad de acudir al Poder Judicial, por alguno de los tantos intersticios que las leyes abren, para detener la banda que nos amenaza.

Si un individuo siente que sus derechos han sido atropellados/vulnerados tiene la opción de pedir socorro al Poder Judicial, por  ejemplo, planteando un Recurso de Amparo (tengo experiencia al respecto porque cuatro socios vitalicios, entre ellos dos expresidentes, entre los que estaba el suscrito, fueron expulsados del club Centro Piurano y, tras varios años, el Poder Judicial recién declaró nula, aberrante e írrita la citada expulsión devolviéndonos, ipso facto,  nuestros derechos) o algún otro mecanismo de acción popular o algo semejante pero de efecto instantáneamente paralizante.

Tampoco estaría mal imitar actitudes tan en boga en los últimos tiempos:

·          Declararse en huelgas de hambre instalados en el cauce del río.

·         Clavar postes de algarrobo en el cauce y encadenarse a ellos.

·         Organizar masivas movilizaciones pero no en las ciudades, como hacen los vándalos amargándole la vida a seres inocentes, sino en los cauces, impidiendo la operación de las máquinas depredadoras del erario en pro de sucios bolsillos.