A SAQUEAR QUE EL
MUNDO SE VA A ACABAR
(Piura, 20 junio 2019)
Luis Gulman Checa
Habiéndome informado que el gobernador, Servando García, se
ha rodeado de DOCE ASESORES,
instantáneamente, me vino a la mente el epígrafe del presente, por cuanto, la
única explicación/justificación para tremenda barbaridad es que la autoridad,
quien ha demostrado fehacientemente andar más perdida que cuy en tómbola en el ejercicio
del cargo, perpetrando un real asalto al erario, estaría incurriendo en el
delito de peculado.
¡Cuidado! No estoy acusándolo de haber descubierto
la pólvora, por cuanto, esta modalidad de saquear recursos de Piura y
los piuranos, la patentó César Trelles Lara al asumir la presidencia del
gobierno regional el año 2002 y, evidentemente, como retribución a su
financista de campaña, creó una dieta absurdamente alta para los miembros del
consejo directivo del proyecto Chira Piura, designando presidente a su
benefactor.
Reconfirmando que, fatal y desgraciadamente,
Piura devino en tierra de nadie, la misma autoridad, demostrando no tener
sangre en la cara, burda y vergonzosamente impuso en la planilla del mismo
proyecto a una señora - a la cual no osaré juzgar ni calificar pero cuya
designación equivalió a imponer a un
zapatero en la sala de operaciones en un moderno hospital - que promovió la
colocación de una estatua suya en un barrio/pueblo joven de Piura.
El tiempo siguió su curso y se logró la
viabilidad para ejecutar el proyecto del Alto Piura que, por lógica y elemental
sentido común, debía ser la IV Etapa del proyecto Chira Piura, como lo
demuestra que su génesis se produjo dentro del mismo con la realización del “Estudio
de Factibilidad para Mejorar y Regular el Riego en el Valle del Alto Piura” en
el período 1986 - 1987, a cargo del consorcio Tahal Ascosesa.
Sin embargo, ¿qué hizo el virtual saqueador
al frente del GRP? Llegó al extremo de zurrarse en una norma vigente desde el
año 1992 disponiendo unificar los proyectos y creó otra unidad ejecutora, el
PEIHAP, con su propio consejo directivo con dietas tan altas como las del PECHP
y con escala salarial para sus funcionarios muy superior a la del añoso y
eficiente proyecto.
Cualquier persona de bien, luego de leer los
párrafos precedentes y, en atención a que César Trelles desapareció del firmamento
público el 31 de diciembre del 2010, pensaría que tales latrocinios/saqueos
desaparecieron paralelamente a la difuminación de CTL. ¿Sucedió así? Claro que
no, pues sus sucesores, Javier Atkins y Reynaldo Hilbck, no solo no liquidaron
el nefasto entuerto sino que, imitando al creador, continuaron usufructuándolo
en beneficio de innumerables inútiles e incompetentes como lo prueban los
incalificables avatares que descalabraron el proyecto habiéndolo vuelto,
prácticamente, inviable.
Preciso que todo lo precisado fue de conocimiento
público en su oportunidad y, los piuranos, incluidos medios de
prensa, Contraloría General, Ministerio Público, ¿señeras y representativas? instituciones
como la Cámara de Comercio y los varios Colegios Profesionales; a juzgar por la
permanencia en el tiempo de estos latrocinios y las nefastas consecuencias que
originaron; permanecieron mudos e impávidos.
Termino formulando una pregunta:
¿Acaso no está más
claro que el agua que los piuranos requerimos urgentemente la aplicación de una
altísima dosis de DESAHUEVINA?