PESCADORES: DEL CUERO SALEN LAS CORREAS

(Piura, 04 junio 2019)

Luis Gulman Checa

¿Qué fuerzas ocultas, quintacolumnistas o anti peruanas, incitarán a los pescadores a oponerse a la prospección de  hidrocarburos en el fondo del océano, en forma análoga a cómo otros malandrines  impiden la explotación de nuestros formidables recursos minerales?

La irracionalidad de tales actitudes se hace más patente cuando, paralelamente, todos quienes impiden explotar  lo que la providencia puso a nuestra disposición  - ¿La Virgen de las Mercedes habrá intercedido para colmar nuestros fondos marinos con inconmensurables lagos de petróleo? - reclaman por la serie de carencias que atentan contra el bienestar de ellos y los suyos, las cuales deberían ser cubiertas por el Estado, como, digamos, Educación, Salud y Servicios  de Saneamiento.

Entonces, siendo sabido que la ínfima explotación del potencial minero que se realiza en el país es el principal aportante al erario, la caja fiscal que provee los fondos para financiar las obligaciones  del Estado frente a la ciudadanía, como las precisadas líneas arriba, ¿acaso no habría que tener el cerebro carcomido por los gusanos para oponerse a explotar nuestros recursos naturales empobreciéndolo y, al mismo tiempo, exigirle eliminar las carencias que nos asolan?

¿Habrá sobre la tierra un ser humano que, habiendo ganado un sorteo millonario: Tinka, Lotería, etc., se abstenga de cobrarlo dejando el billete guardado en un cajón mientras su familia sufre penurias mil?

¿Qué diferencia habría entre este semi bestia y quienes se oponen a la explotación de nuestros recursos naturales tal y como se hace en todos los países prósperos de la tierra?

Los pescadores fundan su protesta en la sagrada obligación de conservar la límpida pureza del mar, tal y como si el mismo, en gran medida por sus propias acciones, no se hubiera convertido  en un virtual estercolero, tal y como nos informamos constantemente por los gigantescos volúmenes de basura y porquería acumulados en los fondos marinos.

Una pregunta a los protestantes: cuando cambian aceite a los motores de sus embarcaciones fondeadas en el mar, ¿qué destino corre el extraído?

¿Se toman la molestia de llevarlo a tierra o lo echan al mar?