EL DINERO DEL CANON SE HIZO HUMO

(Piura, 23 junio 2019)

Luis Gulman Checa

El epígrafe responde la siguiente pregunta formulada en la edición del suplemento dominical  “Semana”, de la fecha:

¿DÓNDE ESTÁ LA PLATA DEL CANON PETROLERO?

Felizmente el que la sigue la consigue, pues recién, luego de haber insistido en el tema durante varios años, un  medio editorializa sobre asunto tan peliagudo como lo precisa un “experto” informándonos no solo que en 30 años Piura recibió más de DOS MIL SETECIENTOS MILLONES DE SOLES  por concepto de Canon Petrolero sino, peor aún, no sabe dónde fue a parar semejante monto de dinero porque sus efectos no se encuentran ni con lupa.

Por supuesto que el tardío lamento del “experto” es más falso que un billete de 15 soles porque hasta los piajenos piuranos saben la razón por la que ese dinero se evaporó:

Por la estúpida e irracional decisión de atomizarlo  repartiéndolo entre innumerables entidades para que cada una lo despilfarrara, en vez, como lo indicaba el más elemental sentido común, de  manejado como una sola PELOTA por un ente creado ad hoc a prueba de balas, tipo directorio de la Caja Municipal.

Cerremos los ojos y soñemos con las maravillosas obras de infraestructura que adornarían nuestra tierra si tal monto de dinero - que por ley debió invertirse para crear nuevas fuentes de riqueza para cuando el petróleo se agotara - se hubiera utilizado racional e inteligentemente. Sin embargo, reconfirmando que sobre nosotros pende una maldición que nos impide vivir acordes con los maravillosos dones que la naturaleza puso a nuestra disposición, cual auténticos deficientes mentales no movimos ni un dedo mientras se  perdía entre el desagüe y sucios bolsillos.

Termino reiterando, por enésima vez, el consejo formulado a los pobladores de Ayabaca y Huancabamba:

Exijan, como condición sine qua non, que el Canon Minero que recibirá Piura por la explotación del yacimiento de Río Blanco, durante los diez primeros años, se invierta íntegramente en vuestras provincias, siendo manejado, obviamente, por un ente a prueba de balas.