ENTRE LOS SUEÑOS Y LA REALIDAD
(Piura, 22 junio 2019)
Luis Gulman Checa
Me motiva la primera plana de la edición de “El
Tiempo” de la fecha con un anuncio que, de haberse propalado en otro tiempo y
circunstancias, hubiera sido comparable a Maná caído del cielo:
Siete millones para
iniciar trabajos de la represa Vilcazán.
GR destinó dinero para elaborar perfil técnico de la obra
y la supervisión. En julio se entregará la buena pro y en dos años podría iniciarse
la obra.
Nueva obra aportará al sistema San Lorenzo el equivalente
a medio reservorio para irrigar 14,000 hectáreas nuevas, con agua del río
Quiroz.
Plantearé una
pregunta/comparación para clarificar mi punto de vista:
¿Habrá, en el mundo,
un solo DT futbolero que incluya en el
equipo un jugador con la pierna enyesada por fractura de tibia y peroné?
¡Ni pensarlo! ¡Tendría que estar loco de
atar! Tales serían las respuestas idóneas para la pregunta, por cuanto ello
solo podría ser parte de un mal sueño o pesadilla. Pero, se preguntará usted,
estimado lector, ¿qué diablos tiene que ver el jugador fracturado con la citada
y, desde años atrás, anhelada represa?
Que el ente ejecutor,
el GRP, se haya en peores condiciones que el imaginado futbolista para
gerenciar tan importante y trascendente emprendimiento.
Los piuranos no tendríamos perdón de Dios si
continuáramos impertérritos, cual inocentes corderos rumbo al matadero, ante la
larga serie de tropelías perpetradas por nuestras autoridades. En el caso
presente, estando el GRP con una gigantesca papa caliente en sus
manos sin saber qué hacer con ella, como bien merece calificarse el Proyecto
Alto Piura, habría que ser caído del palto (gracias AFF), ciego
o idiota para permitirle asumir tal tarea.
Además y para peor, actualmente hay infinidad
de obras pendientes mil veces más urgentes que la citada represa cuya función
sería consolidar el riego en la Colonización San Lorenzo. Sin embargo, la
misma, según machacan los medios casi cotidianamente, tiene gran parte de su
infraestructura colapsado o a punto de
serlo, Entonces, ¿acaso, para cualquier ser pensante, no tiene prioridad rehabilitar
tal infraestructura antes de hundir una millonada en una obra que devendría en
inútil si la Colonización hubiera desaparecido?
Finalmente, con el afán de proponer
soluciones/acciones y no quedar en la mera opinión crítica:
¿Acaso la obra más
urgente no es el devolverle al río Piura su
salida directa al mar, dejando atrás volver a construir defensas para
que, una vez más, sean destruidas por la población rapiñando los magníficos materiales
que las conformaron?