ALTO PIURA EN EL RING: KOT
(Piura, 06 junio 2019)
Luis Gulman Checa
Alucinante e indescriptible la forma cómo
viene ¿guiando? el Proyecto Alto Piura el gobernador. Habiendo estado
desconectado y fuera de la ciudad por motivos familiares, casi sufro un patatús
el día de ayer leyendo “La República” y enterarme de la ultimita referida al
mismo:
“Vamos a
transparentar la real situación del proyecto especial del Alto Piura”.
Gerente Manuel Vega dijo que consigna es trabajar para
hacerlo realidad.
Se deduce que el señor Vega es el flamante -
cuarto o quinto, pues ya perdí la cuenta - gerente del proyecto en el lapso, de
cinco escasos meses, que Servando García lleva al frente del GRP del que
depende tan maltratado y/o tasajeado y/o saqueado proyecto de ¿desarrollo?
No se me vaya a mal interpretar creyendo
estoy disparando contra el flamante
gerente por la simple razón que ni sabía de su existencia, ergo mal podría
opinar respecto a su futuro desempeño. Sin embargo, como la esperanza jamás
debe morir, roguemos para que haga el milagro y, en el término de
la distancia, lleve al valle del Alto Piura los 370 MMC anuales del piurano río
Huancabamba que le fueron reservados, tarea que se ha vuelto aún más hercúlea
desde que las pampas de Olmos ya la están usufructuando.
Cambiando de cristal y aludiendo al epígrafe,
me refiero a que en el imaginario ring de box en el que el Alto Piura lucha por
su concreción, ha recibido castigo tan duro e inmisericorde que el árbitro de
la pelea tendría que detenerla por Knock Out Técnico, expresión que describe el
estado de absoluta indefensión de uno de los contrincantes.
Sin embargo, ante
ello tendríamos que preguntarnos quién es el árbitro autorizado para poner fin
a esta virtual masacre del Alto Piura.
Comparemos la situación del Alto Piura con un
vehículo circulando veloz, temeraria e imprudentemente por la ciudad zurrándose
en las normas establecidas. Así, no tenemos la menor duda que los policías,
patrulleros, serenos y hasta la masa ciudadana presente tomarán acción para
detener al bárbaro, criminal e imprudente el cual, probablemente, sería
linchado.
Ahora, formulémonos la pregunta del millón:
¿Qué diferencia habría
entre la desquiciada conducción del vehículo y las barbaridades y atrocidades
perpetradas contra el Alto Piura por los innumerables incalificables que lo han
tenido bajo su mando?