¿AUTORIDADES O MENDIGOS?

(Piura, 13 noviembre 2019)

Luis Gulman Checa

Oprobiosas para Piura las informaciones sobre la visita  del Mandatario  por el triste y lamentable espectáculo ofrecido tanto por varias autoridades como por ciudadanos de a pie,  quienes, en vez de conducirse dignamente, no tan peyorativamente, imitando a una jauría famélica  rodeando a un repartidor de huesos; imploraban/rogaban por obras que, en última instancia, no son de su competencia.

Analicemos el griterío pidiéndole obras de agua y desagüe a la luz de la realidad:

En cada departamento existe una empresa de saneamiento, propiedad de los gobiernos locales, encargada de proveer el servicio de agua potable y desagüe. En nuestro caso se trata de la E.P.S. Grau la que, por incompetencia, corrupción y/o ignorancia de sucesivas gestiones municipales, entró en bancarrota cayendo en manos de interventores foráneos.

¿Qué debió replicar el presidente ante tal pedido?

Señores: Es lamentable la situación que atraviesa Piura. Sin embargo, les recuerdo que tal tarea está a cargo de una empresa descentralizada administrada por vuestros alcaldes provinciales, los cuales, no lo olviden, fueron elegidos por vosotros. Así, entonces, si la misma devino en desastre, en primera instancia los responsables son los electores de tales alcaldes, quienes son los directos perpetradores  de la quiebra de la empresa  y de vuestras penurias.

Cambiando de cristal, el mensaje del Mandatario en la antaño “Perla del Chira”  en el curso de la ceremonia de inicio de la construcción del PTAR Sullana, dejó la sensación que, a contrapelo que la corrupción estaría siendo barrida del aparato público, Martín Vizcarra teme/sospecha que aún quedan muchos corruptos y rateros campantes y contentos, como lo demuestra su invocación:

“Vamos a estar vigilantes para que se cumple plazo”

Mandatario nacional pidió ayuda a autoridades de gobiernos regional  y locales en la fiscalización de trabajos.

Personalmente, en mi condición de exfuncionario que estuvo al frente de varias entidades que ejecutaron numerosas obras, tal invocación me parece aberrante por la simple razón que, en el perfecto esquema vigente para la ejecución de obras públicas, la participación se constriñe, únicamente, a los siguientes actores: Entidad o dueño de obra, contratista y supervisor.


En consecuencia, conociendo el señor presidente la realidad expuesta desde que fue presidente regional de Moquegua además de ingeniero civil con amplia actividad en la obra pública a través de su empresa familiar ad hoc,  tal invocación debe calificarse de  populista y demagógica, es decir, lamentable. Así, ruego a Dios iluminarlo  para que su conducta sea intachable, en todo orden de cosas, encaminándonos  por la senda del progreso, con seriedad y responsabilidad.