LA VAPORIZACIÓN DE LA ÉTICA
(Piura, 27 noviembre 2019)

Luis Gulman Checa

Preocupante el artículo de Alonso Villarán publicado la víspera en “El Comercio”: La normalización de la mentira; descalificando/anatematizando, absolutamente, las contribuciones empresariales para campañas políticas, por cuanto, aduce, si el favorecido saliera elegido, definitiva e ineluctablemente, será un fiel pastor/defensor de los intereses del aportante relegando optar por lo más conveniente para el país y sus habitantes.

Solo un desquiciado negaría la abundancia de ejemplos ratificatorios de la veracidad de tal teoría. Ejemplo palpable y lamentable de ello lo estamos sufriendo en nuestro saqueado/maltratado departamento de Piura al haber elegido como gobernador un ejemplar que confirma  al cien por ciento la tesis del distinguido catedrático:

¿Acaso no está más claro que el Agua que Servando García, nuestro gobernador, está al servicio de, “plata como cancha”, César Acuña?

Sin embargo, figurativamente y como país, tendríamos que descerrajarnos un tiro en la sien si fuera verdad que TODOS QUIENES APORTAN A UNA CAMPAÑA POLÍTICA LO HACEN PARA PROTEGER/FAVORECER SUS PROTERVOS INTERESES, pues, si ello fuera cierto, significaría que el Perú no tiene futuro porque la corrupción hizo presa de todas las mentes y corazones.

¿Corrupción? Claro que sí, al ser corrupto hasta la médula tanto quien da como quien recibe dinero para campañas a condición de convertir al receptor en sirviente del donante.

Mi inspirador, A. V., sin duda posee mil veces más pergaminos que el suscrito para disertar sobre el tema. Sin embargo, como la experiencia puede superar a la ciencia, yo sí he sido candidato y promotor de candidaturas por lo que, a diferencia de él, opino con conocimiento de causa pudiendo afirmar que, entre los aportantes, hay de todo como en botica, es decir, sanos y corruptos.

Imaginemos dos personas ofreciéndose para ejercer un cargo público cuyas hojas de vida, como funcionarios, son tan disímiles como las de Messi y la del anatematizado Christian Cueva y, un millonario, con claros intereses en la zona, opta por apoyar a “Cuevita” descartando a Messi. ¿Lo habrá motivado su afán por coadyuvar al progreso de Piura o asegurarse que podría seguir haciendo y deshaciendo a su antojo? ¿Cómo debería calificarse tal decisión?





Como promotor, para desgracia de Piura,  fracasé estrepitosamente el año pasado cuando me desgañité en favor de la candidatura de Jhony Peralta a la gobernación. Incluso  toqué la puerta de dos millonarios amigos con intereses en la región a quienes expliqué lo conveniente que sería la elección de una persona preparada y con experiencia. Ninguno soltó ni un centavo y uno de ellos ni siquiera se molestó en responderme el extenso correo que le cursé. ¿Acaso se solicitaron incontables maletines repletos de dólares? Claro que no.  Apenas unas míseras decenas de miles de soles para contratar algunas páginas en diarios y minutos en televisión.

Reflexionando sobre tan triste experiencia me digo que de haber ganado el gordo de la Tinka por esos tiempos,  una ínfima fracción del premio hubiera aupado a Jhony a la gobernación y ahora los piuranos, en vez de llorar a mares estaríamos felices y contentos viendo avanzar   y progresar esta tierra dejada de lado, tanto  por Dios como por nosotros mismos por omisos y descuidados.