PAYASO E IRRESPONSABLE

(Piura, 14 noviembre 2019)

Luis Gulman Checa

Me refiero al esposo de Keiko Fujimori quien recibió amplísima cobertura mediática luego de anunciar su acogimiento a huelga de hambre HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCUENCIAS, es decir, hasta la muerte, con la  finalidad de alertar,  al mundo entero, sobre el bárbaro/brutal atropello que unos ruines fiscales peruanos vienen perpetrando  contra  su seráfica consorte.

La primera reflexión que debió venirnos a la mente,  tan luego nos enteramos de tremenda pachotada,  fue la incalificable decisión de este PADRE DE DOS NIÑAS privadas de su madre, por ahora transitoriamente pero, más tarde y probablemente, por largos años; de preferir perder la vida dejándolas huérfanas y abandonadas, en vez de, cumpliendo con el precepto  determinando que LO MÁS IMPORTANTE PARA LOS PADRES SON LOS HIJOS, confortar a su consorte como hacen a lo largo y ancho de la tierra millones de personas, cumpliendo a la vez con sus responsabilidades paternas, para lo cual, como cualquiera entiende, necesariamente tiene que seguir respirando.

Cuando apareció en el televisor el rostro de la  abogada de Keiko con expresión propia de telenovela trágica y/o tal y como si estuviera anunciando un auténtico drama, m/m como que un padre de familia, agobiado por inconvenientes de todo jaez, había asesinado a sus ocho hijos, esposa y suegra y, obviamente, procediendo luego a suicidarse; me invadió una mezcla de rechazo y vergüenza al constatar como los medios acogen y levantan hechos banales y huachafos  como si fueran  trascendentes.

¿Cuál fue el argumento del próximo suicida para tomar tan drástica decisión?

Que, el Tribunal Constitucional, solicitó al Equipo Especial del Ministerio Público, en el plazo perentorio de 48 horas, el integro de la declaración que Jorge Yoshiyama Sasaki les había brindado ECHANDO a Keiko, por cuanto, adujo, la misma tenía que ser fruto de un contubernio y/o arreglo bajo la mesa entre fiscales y declarante con el único y obvio propósito de torpedear la inminente liberación de su amada por decisión de los señores tribunos.

Preciso que, reconociendo ser ignaro en la materia, sí tengo la sensación que podría estarse abusando del legítimo recurso de la prisión preventiva, como en el caso de la señalada Keiko e, igualmente, como acaba de suceder, masiva e indiscriminadamente, con varios árbitros. Sin embargo, considero que nadie, con un mínimo de capacidad de razonamiento, puede estar en desacuerdo con la decisión del T.C. de sopesar, antes de analizar el amparo sobre Keiko, las citadas declaraciones del sobrino de Jaime Yoshiyama.

Finalmente, si el mentado esposo no fuera un payaso disfrazado de amante consorte, debió imitar a los bonzos: echarse encima dos galones de gasolina y aplicarse un fósforo encendido.