¡CUÁN EQUIVOCADOS ESTAMOS!
(Piura, 04 noviembre 2019)
Luis Gulman Checa
Casualmente vi en la TV un informe sobre la
realidad sueca, re confirmando mi convicción de que mientras no despojemos los
cargos públicos por elección de las prebendas que los adornan y, paralelamente,
la gran mayoría de la masa electoral del país continúe mereciendo,
peyorativamente, la denominación de “electarado”;
continuaremos como hasta ahora sin rumbo y desperdiciando las grandes opciones
que tenemos a la mano para elevarnos al infinito.
Es sabido que en los países auténticos la
educación es la tarea más importante y, asimismo, quienes se dedican a ella,
los docentes, son la crema y nata del servicio público.
La razón de ello es muy simple y está al alcance de cualquier persona m/m
pensante, pues, contando con una población educada - en todo el sentido del
término - la tarea de la Policía, Ministerio Publico, Servicio de Baja Policía,
etc., sería como coser y cantar, por cuanto, la gran cantidad de seres con
apariencia humana y comportamiento de bestias irracionales que en la actualidad
pululan en nuestro país, mermarían en gran medida.
Mientras en nuestro asolado y saqueado Perú los
congresistas, además de recibir un trato equivalente al de los antiguos validos
de los reyes, nos cuestan un huevo de plata, no solo por sus
remuneraciones sino por el séquito que los rodea además de vehículo último
modelo y combustible para el mismo; en
Suecia, los diputados, además de tener un sueldo muy inferior al de los
maestros carecen de carro del Estado ni ninguna otra gollería.
Preguntémonos si las elecciones locales contarían con tantos
candidatos si los cargos se desempañaran ad
honorem. ¡Cuidado! No estoy diciendo ninguna herejía ni inventando la pólvora
por cuanto, hasta antes que FBT restableciera las elecciones municipales, tales
cargos se ejercían en esas condiciones.
Es un hecho innegable que la rapiña al erario no
solo se agiganta cada día sino que,
permanentemente, encuentra nuevas vías para hacerlo. Un ejemplo poniendo el
burro por delante: Cuando el suscrito debutó en el sector público como
miembro del directorio del Pechp el año 1985 (designado por el Ing. Biaggio
Arbulú), el cargo era absolutamente ad
honorem. Sin embargo, desde que la entidad cayó en las “garras” del GRP a
cargo de CTL, los cargos fueron “millonariamente” remunerados y, hoy por hoy, reciben
una dieta que, sin exagerar, es un robo descarado. En la misma línea está la incorporación de ignaros y semi analfabetos a
las planillas públicas, prueba lamentable de lo cual, por ejemplo, es la
bárbara/brutal planilla de la MPP, consecuencia de haberla usado para pagar
favores y generar ubres públicas a validos y parientes.
Entonces, estando ad portas el proceso para elegir un nuevo Congreso, ¿el futuro
pinta diáfano u oscuro y tormentoso? Ello se dilucidará luego del mismo cuando
tengamos la lista de los elegidos. Sin embargo, Dios quiera esté equivocado,
daría la impresión que abundan las candidaturas siguiendo el ejemplo de las
moscas: así como a éstas las atrae la miel,
muchos postores estarían en pos de las gollerías y el vil
metal.
Termino con un comentario respecto a algunos
nombres que antaño anduvieron tras cargos municipales y/o regionales y ahora,
como por arte de magia, descubrieron tener grandes dotes para pontificar en el
Congreso, lo que implica un claro insulto a nuestra inteligencia y/o un
desmedido afán por obtener lucro y beneficio personal zurrándose en el futuro
de sus “representados”.