“CARACOL”
(Piura, 03 mayo 2016)
Luis Gulman Checa
Me refiero al prófugo Gerson Gálvez Calle,
(a) “Caracol”, recientemente capturado en Medellín, Colombia, tras gran trabajo
de la policía nacional, contando con la colaboración de sus colegas de los países por donde anduvo, especialmente
la colombiana.
Esperemos que el Ministerio Público y el Poder
Judicial - a diferencia de la inexcusable y/o sospechosa lentitud con la que
vienen actuando en el evidente caso de “lavado de activos” perpetrado por
Alejandro Toledo, a través del llamado caso “Ecoteva” - actúen presta y eficientemente
no solo imponiéndole la pena que merece, sino también desbaratando las bandas delincuenciales
ligadas a él.
Nadie puede negar el real interés público que
dicha captura supuso, más aún cuando la inseguridad ciudadana, consecuencia de la proliferación de
delincuentes perpetrando toda clase de tropelías, es una de las mayores
preocupaciones de la ciudadanía.
A estas alturas se preguntará usted, estimado
lector, ¿hacia dónde apunta el escrito?
A señalar el pobre y
ramplón estilo y maneras de la bien llamada TV basura que, en el caso
comentado, ha alcanzado niveles insoportables.
Siendo sabido que a estos sujetos les sobra
el dinero, es obvio que se dan “la gran vida”, por cuanto, si fueran normales,
vivirían sin llamar la atención tratando de “pasar piola”, pero como obviamente
no lo son, lo derrochan
a
manos llenas poniéndose en evidencia. Entonces, siendo tales los hechos:
¿Qué diablos le
interesa a la opinión pública si (a) “Caracol” se alojaba en un hotel de 5 o 10
estrellas; si usaba ropa, colonias y desodorantes finísimos: si recibía masajes
3 o 4 veces al día; si pasaba la noche acompañado por 2 o 3 meretrices;
etcétera?
Sin embargo, todos los noticieros matutinos
friegan y refriegan propalando esta clase de informaciones referidas al sujeto,
tal y como si el Perú fuera el país de las maravillas y, como todo rueda
perfecta y armoniosamente sin dificultades ni carencias, los noticieros tienen
que recurrir a esta clase de “informaciones” para llenar los espacios.
¡Basura televisiva!