DIOS SÍ ES PERUANO

(Piura, 11 junio del 2016)

Luis Gulman Checa

El resultado del reciente proceso electoral confirmó que Dios es bien peruano, porque no solo nos lanzó un salvavidas cuando estábamos a punto de ahogarnos, sino también porque enterró políticamente para siempre - salvo que seamos tan bárbaros de volverles a dar alas - a los varios impresentables, por diversas razones, que aún  contaminaban la política nacional.

Luego de conocidos los resultados de la primera vuelta, expresé mi complacencia porque quien ganara el repechaje garantizaba un gobierno divorciado de la  tendencia chavista, populista y corrupta, que sumió en la desgracia a antaño prósperos países como Brasil, Venezuela y Argentina; peligro que estuvo representado por Verónika Mendoza, felizmente descartada por PPK.

Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, empezamos a ver actitudes y gestos en Keiko como también a enterarnos de situaciones graves y comprometedoras manchando a gente de su círculo más íntimo; que nos obligaron a abrir los ojos y  a recelar si la candidata decía la verdad cuando se mostraba distante  del corrupto gobierno de su padre o si representaba más de lo mismo.

Me refiero, por ejemplo, a su incalificable actitud de acusar falazmente a Martín Vizcarra, primer vicepresidente en la plancha de PPK, de una serie de faltas/delitos,  no solo falsos sino que ella sabía que lo eran y no tuvo reparo en reiterarlos con una sonrisa cínica que, a mi entender, la (des) pintaba de cuerpo entero.

¡Una persona pensante no podía favorecer a alguien con esas características, actitudes  y gestos!

La revelación de las comprometedoras relaciones/omisiones  del Secretario General de su movimiento y las reacciones posteriores a estos hechos, con el auto desenmascaramiento de su primer vicepresidente, fue la gota que derramó el vaso y, estoy seguro, determinó su derrota

¿Acaso no es una sentencia reconocida universalmente aquella de que el pueblo siempre tiene la razón?

Entonces, habiendo sido elegido PPK por decisión soberana de la mayoría ciudadana (bastaba un voto para ganar la elección), los perdedores, si realmente son peruanos auténticos y están en la lucha política única y exclusivamente para coadyuvar a que el Perú avance, no tienen otro camino que cumplir con el encargo recibido, no siendo otro que legislar, fiscalizar y representar, mas  no para proteger .los apetitos, odios, fobias ni compromisos de nadie en particular (Keiko) sino los sagrados intereses del país y, si así no lo hicieran, podría decirse de ellos lo siguiente:

¡Son mil veces peores o más anti peruanos que los chilenos que saquearon, asolaron y robaron nuestro país el siglo antepasado!

Finalmente, retomando el epígrafe, siendo simplemente objetivos y realistas, a PPK bien podemos calificarlo como un regalo del cielo para gobernarnos por una serie de razones simples y contundentes:

·         Es un hombre mayor que se hizo solo acumulando gran fortuna, lo que obliga a pensar que el único interés que lo anima es trabajar para engrandecer al país que lo vio nacer, acogió y lanzó al mundo.
·         Comparar su preparación, conocimiento, experiencia y relaciones internacionales con las de Keiko, sería como cotejar la sabiduría del  rey Salomón, por ejemplo, con lo que puedan albergar los cerebros de Gregorio Santos y/o el  cura Marco Arana.
·         No tengo la menor duda que no tiene compromisos adquiridos con nadie, incluidos Acuña y Verónika Mendoza, quienes decidieron por sí y ante sí manifestarse a su favor,

Finalmente, una invocación pública al nuevo gobernante:


Haga desaparecer a cuanto corrupto pretenda acercársele y, asimismo, córtele los coj.. a los que encuentre enquistados en el aparato público.