ENORME  CONTRADICCIÓN

(Piura, 24 junio del 2016)

Luis Gulman Checa

La edición de “El Comercio” del pasado miércoles 22, apareció con una portada referida a la evaluación del PNUD presentando su informe multidimensional:

El Perú supera expectativas en cifras de progreso

Dimensiones: El país tiene 15 de 27 indicadores por encima de lo esperado por su nivel de ingreso.

Alerta: Organismo estima que hasta 1.6 millones de peruanos podrían recaer en la pobreza.

“George Gray, economista principal de la Dirección Regional de América Latina y el Caribe del PNUD, pone énfasis en la salida de la pobreza y el ascenso a la clase media de millones de peruanos en los últimos años”

Entendemos que los últimos años incluyen al del actual mandatario: Ollanta Humala.

“Propone que se avance en el camino de una tributación directa y progresiva. Cabe señalar que tanto la reforma del Impuesto a la Renta del actual gobierno (debe referirse al de Ollanta Humala) como la reducción del IGV propuesta por peruanos por el Kambio, apuntan en la dirección propuesta por el PNUD”.

En conclusión, reconociendo ser un ignaro absoluto en lo referido al difuso y  enrevesado arte de la economía - como lo demuestra la casi imposibilidad que los cultores concuerden en algún punto - , la información aludida me parece positiva y alentadora para el gobierno y el país.

Sin embargo, en la página de opinión de la misma edición, el sabio y docto Economista, Carlos Adrianzén, quien además ostenta el honroso y distinguido cargo  de Decano de la Facultad de Economía de la UPC, escribe un artículo didáctico, entendible y razonable (“Culpar al Viento”) en el que, como han tomado por costumbre muchos opinólogos, lanza un denuesto contra el gobierno actual colisionando frontalmente con el Informe del PNUD destacado por el diario:

Humala y sus colaboradores hicieron mucho daño y quebraron el momento de la plaza peruana.



En un acápite, el informe puntualiza: “Uno de los desafíos que propone el PNUD es no atender solo las vulnerabilidades económicas, sino también las exclusiones transversales. Estas se dan por etnicidad, género, identidad sexual, color de piel o discapacidades”.

Me pregunto:


¿Será acaso, como lo dice el  PNUD, que tanto al citado como a otros denostadores de Ollanta Humala y del gobierno en general, lo que de veras los motiva es tanto el color de su piel como también el ser un “cachaco” originario de un remoto pueblo de la serranía?