LAS PÁGINAS AMARILLAS

(Piura, 16 junio 2016)

Luis Gulman Checa

Antaño, en los medios impresos, existían las llamadas Páginas Amarillas relegadas a la cola de los diarios, las que, a diferencia de las actuales de las guías telefónicas; estaban destinadas a informaciones truculentas: crímenes, robos, etc. Así, en términos generales podían definirse como aquellas que relataban hechos perpetrados por personas de mal vivir y/o de la farándula.

Este recuerdo ha sido motivado por las ediciones del diario “Correo” de los últimos días confirmando, fatal y desgraciadamente, que tales páginas pasaron a la primera plana:

Martes: Con foto de un bar y de la presunta “captadora”.

Tráfico de MUJERES

“La Policía investiga el caso de dos adolescentes que habrían sido captadas por una mujer para llevarlas a Colombia”

Miércoles: Con foto de  chicas semidesnudas escondiendo el rostro.

La red del mal

“Los traficantes de mujeres que operaban en la Urb. Ignacio Merino tenían un financista,
un captador, personas que daban seguridad y gente que se dedicaba a transportar a las víctimas. El caso ya está en manos de la Fiscalía de Crimen Organizado”

Jueves: Con foto mostrando fachada de un local donde habría “tráfico de mujeres”.

ALERTA ROJA

“La Policía descubre 71 locales donde hay indicios de tráfico de mujeres para explotación sexual. Las provincias de Piura, Paita y Sechura figuran como las zonas donde existe la mayor cantidad de estos establecimientos”

Me pregunto si este denunciado tráfico de mujeres es un delito flamante en el mundo descubierto por nuestros “sabuesos” de la Policía o, por lo contrario, es tan viejo como la historia de la humanidad, porque, de ser lo segundo, ¿por qué propalarlo tan igual como si, por ejemplo, estuviera informándose que un científico piurano halló, por fin, una vacuna infalible contra el cáncer?

Cualquier foráneo, al leer estos diarios, pensaría que Piura es una sucursal del Paraíso por lo que tal tráfico nos ha horrorizado al constituir una piedra en el zapato de nuestra idílica existencia que discurre  por un maravilloso camino cubierto de pétalos de rosas donde imperan el orden, el respeto mutuo y la concordia, es decir, nuestra vida se resume en paz y tranquilidad.

¿Será tal la verdad o, por lo contrario, tendríamos que concluir que, fatalmente, los medios se han prostituido?