HOSPITALES EN ESTADO CRÍTICO

(Piura, 21 junio del 2016)

Luis Gulman Checa

´’La portada de “El Tiempo” de la fecha trae una información ratificatoria de opinión vertida días atrás por el suscrito, cuando m/m expresé:

Nuestras autoridades, en vez de clamar por la construcción de más hospitales en el departamento, deben abocarse a que a los existentes se les “saque el jugo”, es decir, estén perfectamente abastecidos de todo lo que requiere un ente de tal naturaleza, empezando por médicos y enfermeras suficientes y de calidad.

¿Qué nos informa la portada?

Colapsan servicios en hospitales por la falta de médicos

Demanda por atención especializada y operaciones supera capacidad en nosocomios de Chulucanas, Paita, Sullana y Piura.

Exdecano del Colegio Médico señala que el Hospital de Alta Complejidad aliviaría la situación porque llegarían nuevos especialistas.

El texto informativo empieza así: “Los cuatro hospitales que tiene la región han colapsado por la falta de médicos que afronta el sector Salud desde hace varios años, y que hoy, en su expresión más grave, obliga a realizar solo operaciones de emergencia..”

No puede pasarse por alto la desatinada e infundada declaración del exdecano del Colegio Médico abogando por la construcción de un Hospital de Alta Complejidad con el argumento de que, si así fuera, llegarían nuevos especialistas, pues ello nos llevaría a concluir que los hospitales actuales no están debidamente equipados impidiendo la llegada de los mismos. Entonces, pregunto, ¿no es más rápido, racional y económico dotar a los existentes de los equipos que les faltan en vez de emprender la construcción de otro hospital? Además, suponiendo que tal probable elefante blanco se concretara, ¿puede el exdecano garantizar que los especialistas abandonarían sus actuales cómodas y lucrativas residencias  trasladándose  a Piura?

No dudo que el clamor por la construcción de más hospitales está alentado por el desbocado afán imperante en todos los niveles del sector público por las benditas obras, en criollo: fierro y cemento y, con la mano en el corazón y llamando a las cosas por su nombre: el afán de la corrupción desperdigada por doquier, por continuar saqueando  el erario. Ejemplo a la vista: la nefasta gestión de la construcción del “emblemático” Colegio Fátima en nuestras propias narices.

Una pregunta del más elemental sentido común:

¿Acaso no es mucho más barato, rápido y lógico estacionar un helicóptero en la “punta del cerro” (para trasladar enfermos) que construir ahí un costoso elefante blanco que ni siquiera tendrá médicos?