FÚTBOL: TAMPOCO, TAMPOCO
(Piura, 19 junio del 2016)
Luis Gulman Checa
Considero ridículo y absolutamente fuera de
lugar - si la noticia difundida se
ajustara a la verdad - que los seleccionados peruanos que acaban de participar en la Copa América
Centenario en los Estados Unidos, nos pidieran perdón por caer ante Colombia en cuartos de final al
fallar en los tiros de penal.
Sería perfectamente aceptable y natural que,
por ejemplo, hubieran adoptado tal actitud los seleccionados brasileros,
uruguayos y hasta paraguayos, frente a sus coetáneos, en virtud que tales
países sí son, por historia y tradición, líderes en el fútbol sudamericano;
ante su inesperada y casi increíble eliminación en la
etapa clasificatoria.
Lo peor de esta clase de reacciones es que
nos hacen quitar los pies de la tierra, es decir, perder el sentido de la
realidad desquiciando a nuestros jóvenes
y muy prometedores futbolistas, quienes, en vez de volver al terruño pidiendo
perdón, tendrían que haberlo hecho con la cabeza muy en alto por cuanto
tuvieron un gran e inesperado desempeño.
¿Por qué? Por cuanto nadie sabía a ciencia cierta qué podría ocurrir, pues, así
como no perdieron ni un solo encuentro (para mí los penales son casi una
lotería, tanto así que antaño el
resultado se resolvía tirando una moneda al aire), estuvieron a un paso de empatar con Haití ganándole por un mísero 1 a 0 -
mientras, el eliminado Brasil le hizo 7
goles -, levantando luego enormemente ante Ecuador y Brasil.
La verdad es que el bisoño, novel, renovado y
flamante equipo peruano tuvo un desempeño descollante al haber enfrentado de
igual a igual a equipos conformados por grandes “estrellas y luminarias”
futbolísticas de nivel mundial, es decir, no se arredraron ni sintieron menos
demostrando que pueden llegar a alcanzar niveles insospechados, lo que,
esperemos, empiece a concretarse en el proceso clasificatorio al próximo torneo mundial a
efectuarse en Rusia.
Volviendo a los penales, sería bueno que los
“súper comentaristas” deportivos hicieran un recordatorio de los grandes
futbolistas que, en el curso de la historia, erraron desde los doce
pasos en situaciones críticas y definitorias. Por ejemplo, en el
mundial de 1994 desarrollado en Estados Unidos, la final la disputaron Brasil e
Italia logrando el título el primero, también por penales, con resultado 3 a 2.
¿Quién fue el italiano que hizo perder el título a su país por errar
un penal? Ni más ni menos que Roberto Baggio, leyenda del fútbol italiano, que
lo lanzó a las nubes, como Cueva en el último penal errado ante Colombia.
Naturalmente existen muchos otros ejemplos,
recordando uno que desperdició Zico, - casi sucesor de Pelé - dejando a Brasil
fuera de un importante torneo. Así pues, denostar o incriminar a la joven
revelación Miguel Trauco porque el golero Ospina tuvo la suerte que el balón
diera en su pie cuando él había volado hacia otro lado, carece
absolutamente de sentido.
.Una crítica constructiva:
El arquero Gallese,
de muy buen desempeño en el torneo, a la hora de los penales, en todos los
casos, se lanzó a su derecha mientras los disparos fueron al rincón izquierdo.
Consejo final para los arqueros:
Muchos ejecutores de
penales optan por disparar al medio. Entonces, todo depende de que los goleros
“adivinen” cuándo se dará el caso para quedar estáticos.