EL AGRO PIURANO: PEOR IMPOSIBLE

(Piura, 15 noviembre del 2016)

Luis Gulman Checa

Es lamentable que la torpeza vaya extendiéndose cada vez más en el manejo/planificación/conducción de la actividad agrícola en Piura, como lo demuestra fehacientemente lo declarado por el veterano dirigente de los agricultores, Emilio Ruesta, según la edición de “Correo” de la fecha, oponiéndose rotundamente al director regional de Agricultora, Mario Laberry, por haberse atrevido a plantear lo siguiente:

Suspender la campaña chica de arroz en el Medio y Bajo Piura.

En realidad, el citado director también erró por cuanto debió expresar lo siguiente:

Eliminar el cultivo de arroz  en el Medio y Bajo Piura.

Recordemos que Medio y Bajo Piura no son abastecidos  por la Virgen María o El Espíritu Santo sino por el Sistema Chira Piura,  cuyo Balance Hídrico jamás  consideró cultivar arroz masivamente en dichos valles, siendo tal cultivo una mera Práctica Cultural, es decir, sembrarlo como rotación del algodonero cada 05 años  para lavar el suelo.

No hay que ser un genio matemático para entender que los volúmenes requeridos por el balance inicial del Sistema para dichos valles era ínfimo frente a los empleados en dos campañas anuales de arroz, como se hace desde años atrás. La situación se agrava al haber disminuido la capacidad de almacenamiento del reservorio de Poechos por efecto de la natural colmatación.

 Parecería que la naturaleza ha decidido darnos un jalón de orejas haciéndonos recordar que en nuestra zona puede llover como puede no llover, es decir, el clima es variable presentándose tanto períodos secos como húmedos, dándose, eventualmente, situaciones extremas en ambos casos:

SEQUÍAS ESPANTOSAS  O LLUVIAS DILUVIALES


Particularmente reitero mi convencimiento  que, luego de haber disfrutado de una seguidilla de años húmedos sin mayores problemas para atender los riegos, al extremo que se han plantado miles de hectáreas en terrenos carentes de agua propia; ahora  enfrentamos una sequía fenomenal como tantas sufridas en el pasado, por lo que, reitero, las autoridades competentes deberían tomar consciencia de la grave situación y obrar en consecuencia.