LLUVIAS: AFINAR INFORMACIÓN
(Piura, 06 marzo del 2017)
Luis Gulman Checa
Para cuantificar una precipitación pluvial
(lluvia), es necesario considerar dos factores/mediciones:
Primero: Cantidad de agua precipitada medida en
mm.
Segundo: Tiempo transcurrido entre el inicio y
final de la precipitación.
La razón es muy simple y está al alcance de
cualquier entendimiento, pues, como bien dice el dicho, una cosa es con guitarra y otra con cajón:
Qué lluvia
ocasionaría mayores daños materiales, ¿una de 50 mm en media hora u otra de 300
mm en 15 horas?
La idea es colaborar para que los medios
informen con objetividad para que la ciudadanía sepa qué es lo que realmente
está pasando.
Ejemplos de una pésima información:
Los paiteños
soportaron diez horas de lluvia que originó el desborde del jirón Zanjón. (*)
Al margen de ser un hecho que la pésima
infraestructura y carencia de planificación en nuestras ciudades son las grandes
responsables de los inconvenientes que algunos medios resaltan como si fueran
cataclismos inesperados; el citado titular nos deja en el aire, por
cuanto olvida precisar el factor básico para calificar una precipitación: la medición en mm.
Tampoco puede obviarse una información falsa
de toda falsedad, graficada por una fotografía de la Plaza de las Tres Culturas
(antiguo Parque Pizarro) convertida en una inmensa, calma y preciosa laguna,
con el siguiente pie de foto:
El río se desbordó en
el centro de Piura. (*)
De haber pena de cárcel por difundir
información falsa, el responsable de tal medio tendría que estar recluido en
Río Seco, por cuanto tal laguna no fue originada por el ingreso de agua del río
sino porque el agua de lluvia que recibe el centro de la ciudad converge a ese
lugar donde existe una compuerta para permitirle discurrir al río, pero, cuando
éste está crecido, obliga a cerrarla, con la consecuencia lógica e inevitable
de la aparición de la laguna de marras.
Sugerencia para nuestras autoridades:
Cuando pase la
tormenta y vuelva la calma, instalen una planta de bombeo para que funcione
cada vez que el río crezca y llueva en la ciudad.
(*) Diario “Correo” de la fecha.