AGRICULTURA: MIRANDO A LONTANANZA (VIII)
(Piura, 01 febrero 2018)
Luis Gulman Checa
¿El desarrollo de la
Colonización San Lorenzo sí respondió a las expectativas o fue otro chasco como
el del Bajo Piura?
Lamentablemente, fue otro monumental fracaso
y extraordinaria oportunidad perdida
para elevar el nivel de vida de piuranos
y peruanos en general, como lo demuestra, por ejemplo, el lamentable estado de
Tambogrande y Las Lomas.
Digresión:
La Planta Lechera construida en Sullana en el
gobierno de FBT en los 80 del siglo
pasado, que hace años dejó de existir, tuvo como objetivo atender la gran producción de leche de vaca
que se generaría en la formidable cuenca lechera recién iniciada en la
Colonización. ¿Cuántas vacas habrá hogaño?
Para tomar real consciencia del despilfarro
implícito en el pésimo uso de la Colonización San Lorenzo, afirmo lo siguiente:
Si colonos provenientes
de Japón o Israel, para citar solo dos opciones, hubieran sido los asentados,
desde décadas atrás sería un emporio agropecuario de gran peso y trascendencia
a nivel mundial y, por sí solo, mayor
que el total de la agro exportación del país.
¿Acaso he pretendido insinuar que los
piuranos somos ociosos, incompetentes,
ignaros? Precísamente es lo que he querido significar, por cuanto, luego de la
malhadada/maldita Reforma Agraria, tales fueron las lacras que infectaron a la
pléyade de flamantes propietarios y, de refilón, a la
agricultura en general.
Para graficar lo afirmado ut supra:
¿Cuáles adjetivos
serían los idóneos para calificar a los ”colonos” que ceden sus tierras en
alquiler a foráneos para instalar dos campañas anuales de arroz mientras ellos
se la pasan rascándose los c..?
Para comenzar, no merecen el honor de ser
llamados colonos por cuanto ello conlleva dar todo de sí para convertir un
erial improductivo en vergel generador
permanente de riqueza, lo que implica,
literalmente, no solo zambullirse de pico y patas, día y noche, llueve o
truene en su parcela sino
también, fundamental y obligadamente, asociarse para achicar la llamada cadena
de comercialización evitando que
terceras o ajenas partes, se lleven la parte del león mientras
la mayoría de ellos recibe minucias por sus pocos productos rescatables y de valor.
Aunque es innecesario señalarlo pero, para
evitar malas interpretaciones o justos resentimientos, por supuesto que sí hay
colonos no inmersos en la pintura de la Colonización planteada líneas arriba.
Sin embargo, se asemejan a pequeños y
dispersos oasis en un gigantesco desierto
¿QUIÉN PODRÁ SALVAR SAN LOPRENZO?